ARTÍCULO
Jueves Negro Juan López La convivencia carcelaria no tiene explicación análoga. Es una soledad que enajena el espíritu. El hombre privado de su libertad conoce la impotencia. No hay alternativas de ninguna índole para quien ha sido sometido por las rejas de un presidio y obligado a sobrevivir por años, acosado por la inquina de otros sobrevivientes que padecen el mismo cautiverio. Son -dicen los