Entre la verdad y la ficción Jorge Luis Falcón Arévalo “Nunca mandes a un jodido a la fregada, lo más seguro es que no tenga para el pasaje”. Hay un proverbio -y los proverbios son algo muy bueno-, hay uno, digo, que pretende que el apetito se abre comiendo. Este proverbio, por grosero que sea, tiene, sin embargo, un sentido muy amplio: quiere decir que a fuerza de cometer horrores se desean otros nuevos, y que cuantos más se cometen más se desean. México, se despedaza en la violencia, el desempleo y una sociedad corrompida por diversos agentes, entre ellos los extranjeros.