Las ofrendas Edilberto Nava García ¡Caramba! así es mi mamá; a sus 83 años, pese a que sabe que sus hijos ofrendamos, ella persiste en hacerlo aparte. Ni modos, debemos ayudarla, aunque duplicamos las labores de preparación de la ofrenda. Lo difícil es escasea el dinero. Pero ella cría sus gallinas, tiene camaguas, calabazas. . . El primer día de noviembre. Por la mañana a eso de las siete, la señora se levantó y puso a calentar el agua para pelar los pollos. Entre sueños escuché que le dijo a Rosaura: despierta a tu papá, dile que ya va a estar el agua y los pollos siguen allá arriba. Me levanté más veloz que Remigio, el personaje de la poesía del bardo Juan García Jiménez, que dice: “Órale Remigio, garre sus tilichis y como de rayo se me va a l ‘a iscuela. . .”