El Grillito Sin Censuras Alfonso Cerdenares Domínguez --El Chilpancingo, el servicio público está para llorar.--Agentes prefieren la “mochada para los chescos”.--La gente quiere bajarse donde quiera.--Tres sugerencias de este “Grillito”… El Chilpancingo, el servicio público está para llorar; es deficiente, los conductores se comportan de la manera más salvaje posible; peor aún, utilizan las calles como pista de carreras y hasta se sienten dueños de ellas; en muchas colonias, el servicio de transporte termina después de las ocho de la noche y la gente tiene que buscar otro tipo de alternativas para llegar a sus domicilios, sea contratando los servicios de los abusivos taxistas o yéndose caminando; tal vez esto sea comprensible, dado el clima de inseguridad que priva en la entidad y la ciudad capital no es la excepción, pero sí es necesario que la autoridad buscara soluciones; sin embargo, en lugar de ello, pareciera que se empeña en complicar la vida del citadino –por lla