El voto de tinieblas Danie Sans Si alguna vez disfrutaste de la pequeña obra “El Lazarillo de Tormes”, te habrá llamado la atención la oración de la emparedada, que a lo largo de la obra, Lázaro, -el protagonista de la novela-, menciona constantemente. Y es que la práctica de emparedamiento voluntario, fue una elección de vida desde la baja edad media, para mujeres eremitas, que al igual que los varones, habían renunciado a la vida común. Se llegó a poner de moda ya en el siglo XVI. Ésta práctica, era exclusiva de las mujeres, en las que buscaban servir mejor a Dios. Dicha práctica, fue uno de los aspectos más desconocidos del misticismo religioso, conocido como el voto de tinieblas o emparedamiento en vida. A lo largo del tiempo, se desarrolló una genealogía de mujeres, que encontraron en la reclusión, no un encierro, sino un espacio de búsqueda personal y de creación artística. Como mencionaba anteriormente, la práctica generalmente era lleva...