Cosmos Héctor Contreras Organista VIERNES CULTURALES Cada chilpancingueño, o en su momento, cada paisana nacida en la tierra del pozole y el mezcal, ha hecho por su terruño lo que mejor ha podido como un dejo de gratitud a esta cuna, a este hogar común. Muchas y muchos han emigrado porque así se los permite o se los pide su situación familiar, otros por necesidad de alcanzar metas que no las hay aquí, y otros más, los más, por necesidad de sobrevivencia. Pero sin duda que cada quien, adonde llegue, donde se encuentre, o alcanzadas a las metas trazadas, no deja de amar a Chilpancingo ni lo olvida y se dice y se muestra orgulloso(a) de haber nacido aquí. Otros, fueron y regresaron y se quedaron en casa observando qué le faltaban a Chilpancingo y tratan siempre de darle algo a nuestra gente querida, y ciertamente, cada quien da lo que puede, echando por delante el corazón. Uno de esos personajes que para nosotros es “garbanzos de a libra”, como antes se decía, califican