COSMOS Héctor CONTRERAS ORGANISTA LA NATIVIDAD (Con mi respetuoso saludo y agradecimiento a Bersa, y a mis queridos y admirados amigos en AA… Y a quienes quieren dejar de beber alcohol, y no pueden, como yo, hace casi cuarenta años) Un día, ese borracho que quería dejar de beber y no podía, y desesperado había buscado y no encontrado alguna forma de dejar de ser teporocho, tembloroso, en la mañana, en un baldío, encontró entre basura, un par de zapatos viejos cuya piel estaba endurecida por el calor, el frío, la lluvia y el tiempo, desde cuando alguien los fue a tirar ahí. El borrachín, se los colocó, aunque no eran de su medida, pero reflexionó en que podía hacer una “manda” a su madre, la virgen de La Natividad, yéndose a esa hora de la madrugada, caminando de Chilpancingo a Tixtla. Enfiló su andar hacia la salida de Tixtla y con dificultad, fue avanzando por la serpenteada carretera. Los carros que iban o venían de Tixtla pasaban