Los estudiantes y sus libros Apolinar Castrejón Marino Quienes estudiaron una carrera profesional o universitaria hace 50 años, tenían que acudir a las librerías a adquirir sus materiales de lectura; les llamamos bibliografía. Cuando no encontraban librerías en su localidad, como en la ciudad de Chilpancingo, que solo contaba con 2 “librerías”, que en realidad eran negocios dedicados a la venta de libros de texto de diferentes escuelas. Tenían que ir a la Ciudad de México, y con este hecho, adquirían la experiencia de que determinados libros se encontraban en determinadas librerías. Porque como es lógico, cada una se especializa en determinados asuntos. Entonces, seguramente conocieron las librerías Porrúa, librerías de Cristal, Ghandy, El Péndulo, librerías del Sótano, la librería de Francisco Rico en la plaza de Santo Domingo,