El nuevo desorden mundial Apolinar Castrejón Marino Al inicio de los años 90s, había muchas organizaciones, que se asumían como “populares” y “ciudadanas”, pero sus arengas y discursos carecían de atractivo para la opinión pública. Sus líderes tuvieron que aceptar la urgencia de abandonar esas banderas que ostentaban la “Hoz y el Martillo”, y dejar de hablar de expropiación de latifundios, reformas agrarias, y la desgastada fórmula de lucha de clases. Pero no acertaban qué hacer. En el año 1992, importantes acontecimientos políticos vinieron a darles el gran impulso que necesitaban: El 12 de octubre de 1992 en Bolivia, 458 Organizaciones no gubernamentales (ONGs), surgidas espontáneamente, realizaron la primera gran marcha “indigenista”. Casi simultáneamente, en Argentina se realizó la “Primera marcha del orgullo Gay”, convocada por el feminismo rad