COSMOS Héctor Contreras Organista COSMOS EN FACEBOOK Y EN LA CRONICA Con esfuerzo, mucho trabajo, inteligencia y amor, muchas mujeres y hombres crearon a través de décadas una ciudad hospitalaria, un hogar común que se llama Chilpancingo. Todo se lo debemos a ellas y a ellos. Algunos que fueron nuestros familiares o amigos, conocidos o paisanos hace tiempo se fueron para siempre, en tanto que otros, que llegan a la edad adulta como la nuestra o más, en sus charlas nos llenan de recuerdos del viejo Chilpancingo y de lecciones de vida, y sobre todo de historias de nuestra cuna y hogar que es nuestro pueblo querido, el de los Tlacololeros. Dejaron sembrados lugares y acciones inolvidables para las nuevas generaciones y ahí, en su diario vivir, en algún lugar de Chilpancingo o de sus tradiciones, depositaron sus corazones. Por gratitud a ellos, por amor a nuestra tierra, a nuestros mayores y a nuestras familias, a los hijos, nietos y bisnietos, al amor distante, a las