Crónicas de amor Amargo sabor Felipe Zurita. Dedicado al gran amor de mi vida Susana Reclamas una noche en mis brazos, mientras, la bruma abraza la oscuridad y nosotros muriendo por estar juntos; me pides hablar y yo pido tu verdad. Pudiera ser el acto más valiente. Y tú, sólo sigues pensar por ti misma; en ese signo tan tuyo de hacerlo en voz alta, en silencio o simplemente, escribiendo. Y te miro ahí… quieta, enfadada. Me dejas darte un beso en el alma…? no me esperaba jamás una historia así, siento mil cosas por ti, siento mil cosas... Entiende que desde esa noche, solamente pienso en ti. Desde esa noche, muerto estoy por ti... Pero, me da miedo enamorarme de ti.. Odio el silencio de tus labios, de tus manos; Tanto, como extraño el dulce sabor de tus labios confesando este amor. Vuelves a ser centro y principio de todo. Que si estás lejos o que me he alejado, estoy tan dentro de ti; que ni cuenta te has dado