Ladran los perros, sancho Apolinar Castrejón Marino Muchos “periodistas” ladran y aúllan, obedeciendo a sus amos que les dan buen dinero -a escondidas-, o les conceden favores -a escondidas-. Otros lo hacen solo para congraciarse con los gobernantes -para cuando se ofrezca-, y otros ladran solo porque son perros. En la ciudad de México, diariamente acuden muy resignadamente, a las “conferencias mañaneras” que ofrece el Presidente. Y también lo siguen en sus giras por los estados, para presenciar sus discursos y actos políticos. Pero ahora, sin las comodidades, ni el lujo que les ofrecía Enrique Peña, en el avión presidencial: galletitas, sándwiches, vinito, películas, aire acondicionado, música. Recostados en los sillones forrados de cuero, algunos decían cínicamente, ¡No te acabes Peña Nieto! Hoy en día, los “periodistas” que quieran tener la información de lo que sucede en las giras presidenciales, tienen que viajar costeando sus gastos, en aviones comerciales, como lo hace el P