Medalla Belisario Domínguez Apolinar Castrejón Marino Eran las 10 de la noche cuando José Hernández Ramírez “El Matarratas”, llegó hasta el hotel “Jardín” en el centro de Coyoacán en la Ciudad de México. Tenía el encargo preciso de liquidar a Don Belisario. En ese tiempo se decía liquidar, o silenciar, o despachar. Junto con el matarratas iban otros personajes igual de siniestros: Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, y Gabriel Huerta. En ese tiempo les llamaban matarifes, que quiere decir carniceros, y que ahora les llamarían sicarios. Lo importante para esta historia es que tenían en encargo de liquidar al senador de la república Belisario Domínguez. Pero no solo liquidarlo, antes de morir tenía que sufrir, y su muerte debía ser una advertencia para quienes se opusieran al gobierno. Como si fuera una vaca, amarraron con una reata a Don Belisario, y le cubrieron la boca con un paliacate para que no gritara. Lo empujaron al piso de un automóvil, y los cuatro a...