La Filosofía ha muerto Apolinar Castrejón Marino Desde hace muchos años, la filosofía parece haber muerto. Sus hijas las ciencias, se dividieron su herencia, y luego la echaron a la calle. Ya nadie quiere estudiar la filosofía, ahora que tenemos un caudal de información a nuestro alcance, porque no es “rentable”. Nos cuesta trabajo entender cómo, mucho tiempo antes, los hombres más insignes estuvieron dispuestos a morir por ella. Sócrates eligió ser un mártir en su honor, Giordano Bruno murió en la hoguera, por no ocultar la verdad, y Marco Aurelio dijo que la amaba más que a su propio trono. Los reyes y los papas temían a la filosofía, porque su poder era más grande que sus feudos, y para su seguridad, se dedicaron a perseguir y eliminar a los filósofos, para evitar el fin de sus dinastías.