E Alacrán ¡QUE PINCHE GASTO TAN GRANDE ME QUEDE CON LOS BOLSILLOS VACIOS! Para no metérselas muy grande, traje a mi Madre a comer a mi casa, le dije jefa voy por usted a las 2 de la tarde, el reloj marcó tan, tan no es el pan pendejo son las campanadas del reloj. Ella estaba lista, como agente de tránsito en su primer día de trabajo listo para chingar a los ciudadanos, y entre el olor romántico de su perfume, penetrante de 7 Machos, me tomó de mi brazo, mami se puso desodorante, claro que si mi hijo me exprimí medio limón en cada sobaco del brazo, lo malo que entre los pelos seme quedó muchas semillas, también mami al rato se le caen solitas.