La Jaula de Dios Jesús Pintor Alegre Con la emoción embriagadora de haber tenido ayer el premio Tvynovelas en Acapulco, y millones de pesos del erario público que volaron con la vacuidad televisora para atraer al turismo extranjero, y dejarnos, eso sí, el turismo político que habremos de comentar hoy, así, en esa laxitud que nos permiten las entendederas. Nuestro pueblo macilento, allá en la Montaña, en la sierra, y en las colonias populares, que se encuentran con un miedo atroz, que sigan comiéndose sus uñas, mientras nuestros insignes personajes de la Res Pública, se mantengan revolcándose en el cuarto de los trebejos, para decirnos que tienen la solución de todos nuestros problemas.