La Jaula de Dios Jesús Pintor Alegre Si la vida tuviera sus descansos, este viernes empezaría uno de ellos para volver a respirar el lunes, de acuerdo a las costumbres laborales, que entra de lleno ad hoc, con la reforma laboral que tanto se ha traído. Suspendernos por un momento en este fragoroso y complicado escenario, hasta parecería sano para también suspender el estrés que evite llenar el costal que lo reventará. Es decir, huir de todos los problemas, esconder la cabeza y dejar que la vida siga pero que pase de lado, mientras el descanso se prolonga dos días, este sábado, sin ser sabatistas, y domingo, sin ser católicos, dormir a pierna suelta, soltarse, abandonarse, sin carga de conciencia.