viernes, 27 de enero de 2012

COLUMNA

Cosmos



Héctor Contreras Organista


Había una columnita periodística hace años que me encantaba leer cada semana, porque su autor no se andaba por las ramas: Decía las cosas tal cual, y dejaba a sus criticados personajes como Dios puso al perico.
Viene a cuento la remembranza porque una excelente amiga me envió por e-mail un tema que está circulando profusamente por internet donde un señor que firma como Gustavo Martínez Castellanos le platica «la historia del huevo y quien lo puso» a Alejandra Frausto, directora del IGC.
Exhibe, pues, a la funcionaria como autora de una sarta de yerros administrativos y de política interna que «crea» programas a lo loco, duplica funciones de tal o cual cosa, acarrea del DF a sus cuates y en fin que el IGC, por lo que se lee en esa carta, no ha dejado de ser cueva de ladrones.
Así comenzó el IGC que creó el gobernador Alejandro Cervantes Delgado. Se le dotó desde el principio de un presupuesto jugoso para fomentar cultura en Guerrero, editar libros, hacer teatro, impulsar las bellas artes, difundir cine, motivar el arte musical y todo el dinero… ¡se esfumó!
El Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC) no ha servido más que para beneficiar a los «cuates» del gobernador en turno, ladronas y rateros que traen de la ciudad de México para que se llenen a placer de dinero, no rindan cuentas a nadie y no produzcan nada. Ejemplo: Sonia Amelio.
Y, claro, Sosa, el primer director y muchos más que han pasado por ahí. Pero el saqueo comenzó desde la época de Rubén Figueroa, cuando compró unos proyectores de cine muy valiosos, se levantó el Ágora Fonapas, el Teatro María Luisa Ocampo y el Zoochilpan, y todo desapareció.
Radio Guerrero es otro insultante ejemplo de saqueo desde que en 1983 comenzó a funcionar en la azotea de lo que fue el Palacio de Gobierno. Hubo un «´parientito» de ACD que le vino a sorprender vendiéndole una «barra programática» que la XEW había usado 50 años atrás.
Cuando observamos que la estaba pegando en una de las paredes de la estación de radio encaramos al «parientito» de ACD: ¡Qué poca madre tienes. Esta es la barra programática de la XEW de hace medio siglo! Se dio media vuelta y se fue. Engañó a ACD como otros lo hacen ahora.
Aquél se fue cargado de dinero. Al paso de un año lo volvimos a ver a su paso por Chilpancingo en un carro de esos carísimos, acompañado de una mujer bellísima y él vestido con ropa muy fina. Lo único que dijimos: Ahí va el dinero de los guerrerenses, que se llevan éste atajo de ladrones.
Sólo conozco, de lejecitos, a dos o tres gato rateros que hoy pululan por el palacio de gobierno del estado. Por lo que leímos en la carta enviada por nuestra amiga, los gobernadores siguen trayendo ratas de larga y apestosa cola a Guerrero para que sigan robando. A la gente der aquí la ignoran.
Tampoco hay que ser chauvinistas: Aquí y allá abundan aborígenes que salieron buenísimos para la uña y no se casan de saquear al país. En México se inauguró una estela de luz que costó millones y no sirve para nada. ¡Ah!, pero televisa colecta víveres para los Rarámuris de Chihuahua.

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