martes, 17 de enero de 2012

COLUMNA

La Jaula de Dios


Jesus Pintor Alegre


La Nueva Constitución de Guerrero
Y es que la aún vigente, data desde 1917, y ha sufrido tantas modificaciones y remiendos, que de facto es un documento de contentillo, allí donde los nuevos gobiernos han vertido su opinión y conveniencias. Para que al rato decir «es anticonstitucional» se volviera sinónimo de «es contrario a lo que dice el patrón».
Ángel Aguirre Rivero lo trajo como bandera, de hecho fue sobre el concepto por el que se movió desde su campaña, y la promesa fue en ese entonces, de que se tendría a los seis meses de haber arrancado el nuevo gobierno, pues el casi mítico Porfirio Muñoz Ledo , junto con un alto académico, lo estaban ya trabajando.
De entrada se habló de un machote como propuesta primigenia: sería un documento con 40 reformas, que no se endosó como tal sino hasta casi finalizar el año. Sin embargo ya desde la campaña se hablaba de la revocación de mandato, el plebiscito, y el referéndum como figuras democráticas preponderantes.
El año pasado, a una semana de haber asumido Aguirre Rivero, el congreso del estado se preparaba para votar el dictamen del paquete de reformas, ya palomeadas por la comisión de puntos constitucionales. Se hablaba de una nueva relación entre los poderes, esos mismos que dicen hay división, pero que al mismo tiempo son sumisos al poderoso.
Y un punto interesante se enarbolaba: ciudadanizar al gobierno, o algo por el estilo. Luego, se le vino encima un sinnúmero de actividades contrarias a lo planeado, que se retocó o se remató, dicho de manera más quisquillosa, con el espinoso caso Ayotzinapa, y se vinieron los tiempos, y se amarraron las ideas para enredarlas.
De allí que el gobierno del estado cambiara de estrategia, y pronto lo vimos emprendiendo foros ciudadanos para preguntarles a la gente cómo desearía la nueva constitución, un recogimiento de propuestas pues, que dejan en el aire muchas dudas, acostumbrados a los foro, y escamados por sus resultados.
Hoy por cierto, se lleva a cabo el segundo foro ciudadano sobre el tema en Ciudad Altamirano, que empata con el tercero en Ometepec, y que arrancó en la ciudad de Chilpancingo. Esta idea, parece buena, pero sólo buena, pues la mayor de las veces, es un desgaste de esfuerzos y dinero.
Habría quizá que otorgarle el beneficio de la duda, pues en esta ocasión habrá muchas ponencias, se hablarán de propuestas, muchas que quizá se deshagan en el aire, con sus volutas huecas y sin sentido. Pero se espera que las de verdadero peso, las útiles, sean tomadas en cuenta.
Por allá uno se entera de varias voces que repiten lo jamás oído, como las candidaturas independientes o la modificación del cargo vitalicio del ombudsman guerrerense por uno de cuatro año con posibilidad de reelección, antes, que los periodos de los alcaldes se alarguen a cuatro años, pues en esto de aprender a robar, digo, a gobernar, se da ya casi cuando preparan la salida en el tercer año.
Pues allí la intención y allí los sueños, la nueva constitución, allí la idea de ser diferente, de decir que la experiencia en el interinato se aprendió algo, que se tienen nuevas ideas, pese a que muchos funcionarios con su mismo formato viejo, sigan creyendo que están en el siglo XX.
Y allí Humberto Salgado Gómez, el secretario general, también casi vitalicio, o Pedro Julio Valdés Vilchis, director de comunicación social, igual casi vitalicio, que sólo descansa el manejo de la imagen oficial, con fotos y boletines, por lo que si de novedades se trata, poco se puede decir, y poco se puede encuadrar.
. De entre los sueños más grandes es la de dejar huella en este estado tan vapuleado, una marca con la que recuerden a la persona, sea del nivel que sea. De allí que se hablen a veces de utopías, y que algunos pesimistas dicen es en lo que se va a convertir la orondamente llamada Nueva Constitución Política del estado de Guerrero.

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