martes, 3 de enero de 2012

COLUMNA

 
Sin Concesiones


Armando Patrón


Alegres y felices se encuentran las autoridades de gobierno, por la muerte del trabajador Gonzalo Miguel Rivas Cámara, al grado de que el Presidente Municipal, Héctor Antonio Astudillo Flores, pretende nombrarlo hijo predilecto de la capital, olvidándose de que la justicia debe ser para todos, por lo que también debería de darle el mismo nombramiento al ex líder perredista Guillermo Sánchez Nava, quien se encuentra en estado vegetativo, después de que sus huestes que quitaban la propaganda del PRD en la pasada campaña electoral, le propinaron una brutal golpiza. El perredista tiene muerte cerebral gracias a Héctor Antonio Astudillo Flores.
Pero ni con esas actitudes oportunistas, burdas y burlonas, el alcalde de Chilpancingo, alcanzará el senado de la República, porque sus bonos no crecerán y porque es un sátrapa repudiado.
Al buen Gonzalo, lo mataron hasta tres veces las autoridades gubernamentales, y ahora cínicamente en la obscuridad festinan su muerte. Ello les permite saciar su odio y legitimar la violencia y la muerte en contra de dos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, quienes sólo eran responsables de exigir respeto a la educación pública, de luchar a favor de uno de los logros más importantes de la Revolución Mexicana: Las escuelas normales rurales.
Claro que se debe aplicar la ley, se debe detener a los responsables del incendio a la gasolinera, pero también a todos los que golpearon, torturaron, mataron y provocaron estas tragedias que lamenta la sociedad ¿Por qué el gobernador no dio un trato igual a los dos estudiantes normalistas que murieron asesinados cobardemente? ¿Por qué no asistió a sus funerales?. Es el papel de un gobierno convenenciero e hipócrita.
Y claro que se debe aplicar la ley, y por lo tanto se debe enjuiciar al Presidente Municipal Héctor Antonio Astudillo Flores, quien fue el autor intelectual de la brutal golpiza a Guillermo Sánchez Nava, de quien ni el flamante senador perredista y primo del gobernador Julio Cesar Aguirre Méndez, se acuerda.
El gobernador del estado, Angel Heladio Aguirre Rivero, es el principal responsable de la muerte de los dos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, y del encargado del equipo de computo de la gasolinera Eva lll –no era despachador—, Gonzalo Rivas quien falleció en días pasados.
Es falso que se haya evitado un incendio, ya que el protocolo de seguridad de la gasolinera se activó, y por lo tanto una explosión era prácticamente imposible. De ser así, la ciudad de Chilpancingo estaría prácticamente en riesgo de desaparecer, por tanta gasolinera de la familia Astudillo que hay en esta capital.
Dice la Procuraduría que ya tiene identificados a los que incendiaron la bomba de gasolina, y ojala que los detengan pronto, porque todo apunta a que no fueron los estudiantes de la Normal, sino gente que conocía perfectamente del manejo de explosivos y experta en este tipo de imprevistos. Y es que al parecer todo fue planeado, y los agentes iban directamente a matar y a incendiar la bomba de gasolina.

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