COLUMNA

La Jaula de Dios

 Jesús Pintor Alegre

Esta elección si bien fue la más transparente como presume el IFE, y con la más alta participación ciudadana, al menos en sus apreciaciones oficiales, la verdad es que estuvo sucia de esas irregularidades a los que nos han acostumbrado en todas y cada una de las elecciones.

Peo sucia en verdad. No podemos sustraernos de este proceso electoral que termina el 6 de septiembre, y que es cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación debe dar su veredicto de acuerdo a lo que dicta la ley, sin embargo no se puede aceptar una aseveración de este talante, pues el lodo en verdad existió.

Y bueno, lo peor del caso, y de cierto lo es, se encuadra que estas irregularidades de las que se hablan, fundamentalmente en lo que hace a la compra de votos, es que lo practicaron todos, pero en verdad todos, los partidos políticos pese a que lo nieguen, pues no se puede ocultar nada bajo el sol, y desde luego, no es suciedad exclusiva de un instituto político.

Ahora bien, si hay que reconocer algo de todo este embrollo, es que quien empezó con todo esto, el maestro pues, fue nada menos que ese partido que virtualmente regresa al poder.

Y de allí, pues todo en cascada con los otros que intentaron ocupar un cargo de elección popular en este negocio donde los que entran ya saben cómo masca la iguana.

Hubo varios factores que en esta elección del uno de julio se sumaron, como fue el amedrentamiento a los votantes, una presión que se dio en base a la fuerza de las armas, en este aditamento nuevo que como moda, también hubo acusaciones directas de los diversos actores, ya en la jornada electoral, o ya posterior a ella.

Pues bueno, en este proceso electoral, se espera la apertura de miles de paquetes para el conteo de voto por voto, 50 mil de arranque y que se van a analizar en cuatro días, de acuerdo a los reportes de las instancias electorales, un ejercicio que avala la ley misma y a la que recurre Andrés Manuel López Obrador.

¿Qué significa básicamente esto?, bueno pues de que hay dudas aún, lo que lo hace poco claro, sin embargo, a esta suma, se le suma otra que se denunció en el Facebook, y que fue la que habla de que trabajadores de las mismas instancias oficiales, que tacharon boletas a favor de un candidato en específico, lo que de ser verdad, habla de que de cierto no fue limpia la justa.

Pero no hay que espantarse, se insiste, pues esta y otras prácticas que se dan en tiempos como estos, pues son tan normales como pensar que el agua moja, y que cuando llueve, cae de arriba, así de simple.

Lo que aquí cabe, es una verdadera llamada de atención para buscar otra forma de elegir a nuestros servidores públicos y representantes populares.

Las elecciones cuestan y vacían las arcas públicas, por ello prende un foco de alerta para buscar otras opciones, ya que no puede ser que aún sabiendo que lo que sucede en los comicios es normal y que todos lo practican, se sigan espantando y rasgando los ropajes con su dosis respectiva de golpes de pecho.

Este año nos ha dado una lección pero en verdad, ya que los vicios que se dieron y se practicaron por todos, así, en esos tonos, no se puede alargar más. Y es que no es posible que el que gane una elección no es precisamente el de mejor oficio político o el del mejor proyecto, sino que ahora resulta que gana el más mañoso.

¿Qué tipo de acusaciones hubo sobre tal o cual triunfo en tal o cual municipio?, ¿a poco eso es agradable cargar durante todo el periodo para el que supuestamente fue elegido?, alguien por allí decía luego de haber ganado, que no se trataba de demostrar de ver quién era el más honesto o el más capaz para desempeñar el cargo, sino de ver quién era mejor para aplicar las trampas.

Esto ya no debe de seguir así, pero en verdad. Ser ciudadanos honorables, que ya es difícil actualmente pues todos buscamos nuestra tranquilidad antes que el del prójimo, debería ser una premisa.

Pero la misma ciudadanía ha participado en este embrollo llamado corrupción, por allá vemos a los que se dejan comprar la conciencia, contentos con vivir a costa del presupuesto, al recibir Oportunidades, Procampo, 70 y más, becas a la ociosidad como el de los ninis, y de esto y lo otro.

 Eso no es digno, como que hace falta recuperarla, como que todos estamos sucios, una situación que en vez de indignarnos por verlo en otros, como que va siendo tiempo para hacer una introspección, empezar, de cierto, a cambiar, que es lo que tanto nos hace falta.