PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Don Toño Rivera ora por

su salud y no ir a prisión

Tino Gatica/Colaboración

Especial/Fotos:Javier Francisco Reyes.—Implorando justicia la familia Rivera Dionicio, porque el padre de la familia hoy en día enfrenta una orden de aprehensión por el supuesto delito de despojo.

La mañana de hoy 4 de octubre, los vecinos del barrio de San Francisco de Asís festejaron al santo de ese mismo nombre, en donde pudieron observar a un personaje promotor de las tradiciones y cultura de Chilpancingo: Don Antonio Rivera Sonora, que a sus 79 años de edad se dio ánimo de participar en su quizá último evento público, pues pende sobre él un amago de ser aprehendido por el delito de despojo.

Esta mañana, aproximadamente a las diez de la mañana, mientras la mayordomía atendía a los invitados especiales, los comensales disfrutaban como almuerzo un delicioso pozole, aderezado con todos sus ingredientes y especias, mientras que la parroquia en honor a ese santo, Francisco de Asís, era visitada por los familiares de don Antonio Rivera Sonora, entre las que estaba la señora Carolina Rivera Dionicio.

Identificado ampliamente por varias generaciones de habitantes de los cinco barrios, de sus colonias y por quienes habitan en el Centro Histórico, don Toño Rivera como se le conoce ampliamente en la sociedad a sus 79 años de edad es un «prófugo» de la justicia y si no se puede esconder es porque debido a una demanda que le radicaron por el delito de despojo sufrió un infarto cerebral trombótico perdió diversas capacidades cognoscitivas, de reacción y hasta de interés en su persona.

De acuerdo a unos documentos que presentó a este reportero, la señora Carolina Rivera Dionicio, indicó que su padre Antonio Rivera Sonora vive en la calle Ignacio Ramírez 54 del barrio de San Francisco, y que por cuanto ocurre con ese miedo de que las autoridades se lo vayan a quitar para encarcelarlo, es que está acusado por el delito de despojo por parte de la querellante Luz Nahiely Anaya Calva.

Como refiere la hija del conocido Antonio Rivera Sonora, es que son propietarios de varios lotes que le fueron entregados por el señor Antonio Rivera Bello (padre del ahora acusado), siendo los marcados con los números 85, 86, 87, 88, 89 y 90 de la colonia Universal, con cercanías en el río Huacapa, y que se los había comprado en el año de 1977.

Sin embargo, les notificaron tanto a su familia como al mismo don Antonio Rivera Sonora que éste había sido demandado por el delito de despojo promovido por Luz Nahiely Anaya Calva, quien mediante unas escrituras, al parecer falsas, la amparaban como propietaria de esos mismos lotes. Que a su vez, fueron este terreno supuestamente se lo compró a su vez a la señora María de la Luz Ortega viuda de Calva.

Desde ese tiempo en que fue enterado don Toño Rivera que fue acusado por el delito de despojo, empezó a desarrollar problemas emocionales, que tuvieron su culminación cuando se enteró que se había librado una orden de aprehensión, promovido por la señora Anaya Calva, quien al parecer mediante argucias y triquiñuelas legaloides le radicó este delito en el Juzgado de Primera Instancia del Ramo Penal del Distrito Judicial de los Bravo, en esta ciudad capital.

Cabe destacar que para promover esa querella, la presunta demandante solicitó los servicios de un notario público de Acapulco, de nombre David Muñoz Rosas, quien elaboró un contrato de compra-venta, que no tienen mayores datos, según las copias que constan en poder de este reportero.

Se mencionan algunos de esos datos, considera la hija del acusado, que las autoridades en su conjunto que se encargaron de formar parte de una injusticia a la que considera que nunca en la historia del Poder Judicial del Estado de Guerrero había sucedido una situación de maldad de tal magnitud.

Finalmente, la familia del acusado, refiere que acudieron a orar y a acompañar a la mayordomía del patrono San Francisco de Asís, pues además de ser vecinos piden que un milagro abra los corazones de las autoridades que han enjuiciado perversamente a don Toño Rivera, que el juicio que se promovió en su contra debió ser por la vía civil, y no penal, pues consideran peligroso que estén estresando a una persona que supera la Tercera Edad, no coordina sus facultades, y someterlo a esa presión puede matarlo.

Sin embargo, en esa celebración, el alcalde capitalino, el priísta Mario Moreno Arcos no pudo atenderlo, porque solamente acudió a esa invitación de pisa y corre; en tanto que el gobernador perredista Ángel Heladio Aguirre Rivero y su séquito tampoco asistieron, aunque se les había invitado con anticipación.

En consecuencia, don Toño Rivera Sonora, el personaje que tanto ayudó a sus paisanos, hasta aquellos que en la política lo han abandonado a su suerte, no ha sido atendido, mientras que esa acusación lo tiene en un pie en la cárcel, no obstante que él no entiende todo lo que ocurre en su entorno, y quienes sufren ante la sordera, ceguera e indiferencia de la «justicia» son sus familiares.