PRIMERA PLANA

Incumple gobierno, no a

reubicación El Capricho

OMETEPEC, GRO.—Luego que el pasado 24 de octubre, el presidente de la república Enrique Peña Nieto anunciara la reubicación de la comunidad El Capricho, ahora los damnificados se oponen porque el gobierno no está cumpliendo con lo acordado.

Ese 24 Peña Nieto anunció “Vamos a reubicar el pueblo para que ya no se siga inundando, porque efectivamente, está en medio de dos ríos, y aquí regresaré nuevamente a inaugurar la nueva comunidad de El Capricho”, esto luego de que en voz del Presidente Municipal de Ometepec, Antonio Vázquez Rodríguez, se dio a conocer el consenso de los habitantes para reubicar la localidad.

El mismo día el presidente instruyó al titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) a iniciar los trabajos correspondientes, luego de que en el mes de septiembre causaran daños el huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel”.

Ahora  varios habitantes de "El Capricho", la comunidad ometepequense inundada por el río Santa Catarina con el par de meteoros han expresado su renuencia a la reubicación debido a la desconfianza de que el gobierno les cumpla en los términos en que lo habían planteado.

En voz de Nereida Barrosa Medel explicó que la desconfianza se originó porque la gente del gobierno empezó a medir solo las casas sin el solar, porque no les incluirían el patio.

Señaló que la desconfianza se originó porque la gente del gobierno empezó a medir solo las casas sin el solar, porque no les incluirían el patio que cada uno posee.

Añadió, ese fue un punto que reclamaron ante la gente del gobierno, de que si les darán solo la vivienda sin la misma dimensión de terreno que poseen, no se moverán del pueblo.

Para completar,  dijo que no está en venta el terreno que funcionarios del gobierno habían seleccionado como el ideal para la reubicación de todo el pueblo.

Nereida Barrosa dijo que su tía Paz Chávez definitivamente no vende su terreno ubicado cerca de la comunidad, y un predio contiguo que sería también viable lo rechazan los funcionarios porque tiene muchas piedras, y costaría mucho recursos quebrarlas.

Una tercera opción de terreno tampoco se ha concretado porque el propietario pretende dos millones de pesos, lo cual es considerado exagerado por parte de los funcionarios que negocian el proyecto.