jueves, 13 de febrero de 2014

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista
Javier Ayala Juárez

 Javier Ayala Juárez es ingeniero civil egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero, uno de los orgullos profesionales de Chilpancingo que ha brillado con luz propia en otras muchas latitudes desempeñando cargos públicos de suma importancia y dejando huella de su trabajo profesional por varios estado de la república mexicana.
Hace unas horas tuvimos el placer de saludarlo y charlar con él en Chilpancingo cuando a su vez dialogaba con otros buenos amigos como el muy estimado paisano Beto Morlet.

-Javier, muchas gracias por permitirme este dialogo: ¿Cuándo naciste?
“Al contrario, gracias a ti, mi estimado Héctor. Nací el 22 de diciembre de 1944, mi mamá era Petrita Juárez Ramírez y mi papá Pedro Ayala Cabrera, todos con mis abuelos de Chilpancingo, nacimos aquí en la calle de Francisco I. Madero y durante la etapa de estudios hasta la profesional estudié aquí en Chilpancingo. Asistí al jardín de niños Benito Juárez que estaba en la calle de Madero y a la escuela Primer Congreso de Anáhuac. La secundaria la hice en el Colegio del Estado que después se convirtió en Universidad Autónoma de Guerrero. Mi carrera de ingeniería la estudié en la universidad en la generación 1963-1968. Somos la cuarta generación de ingenieros civiles. Habían salido tres generaciones que estaban estudiando Topografía, pero se mejoró y subió para ser la carrera de Ingeniería Civil”.
-¿Cuándo te casaste?
“Me casé en1970 y mi esposa Osvelia Guzmán Gómez es originaria de Barrio Nuevo, municipio de Coyuca de Benítez, tuvimos tres hijos: Javier, Pedro e Itzel. Javier es ingeniero civil, Pedro es ingeniero en computación y mi hija tiene la maestría en Administración de Empresas”.
-Recordamos que eras muy joven cuando ya estabas a cargo de obras de construcción muy importantes.
“Lo que realmente me ayudó es tenerle tanto cariño a mi carrera que la terminé en julio de 68 pero cumplí 23 años en diciembre. A partir de ese momento la Secretaría de Obras Públicas del gobierno federal me empezó a dar trabajo en mi área que es proyecto, construcción y conservación de carreteras y desde esa época tuve buenos puestos que me encantaban para desarrollarlos técnicamente como lo establecen las normas, las técnicas de la SOP, que así se llamaba en aquella época. Yo aquí me formé desde dibujante en la Junta Local de Caminos del estado de Guerrero, desde octubre del 63 y que terminé en el 68 la carrera de ingeniero civil y con una buena educación de querer a nuestra tierra, a nuestro estado, sobre todo aquí a Chilpancingo que nunca se me borra. Anduve en varias partes de la república y en puestos ya muy elevados y nunca se me olvidó Chilpancingo ni se me olvidará: Aquí estoy, quiero venir a vivir aquí, aquí está mi obligo enterrado, mi cariño y todo”.
-Cuando sales de Chilpancingo, ¿adónde vas a trabajar?
“Desde que terminé la carrera de Ingeniero Civil me mandaron a trabajar en la SOP (Secretaría de Obras Públicas) al estado de Morelos. Después regresé a Guerrero, pero en ese inter hice mi especialidad de Vías Terrestres. La SOP tenía un acuerdo entre la división de Estudios Superiores de la Facultad de Ingeniería y la SOP, para que todos los ingenieros civiles que quisiéramos estudiar o aprender un poquito más y especializarnos en vías terrestres, esa era la tendencia, en aquella época en la que el ingeniero Rodolfo Félix Valdés, que en paz descanse, era el coordinador. El fue el creador de la SCT, fue el primer secretario. Tanto queríamos seguir adelante y tanto tenía yo en mi educación técnica que en 1974, después del curso que lo hice en 1972, en 1973 me fui a Sinaloa, a aplicar ahí sobre la vialidad de la época, ahora ya está muy modernizado, ya hay otras vialidades. Y cuando se crearon los centro SOP que fue en febrero, el 4 de febrero de 1974, que toman posesión a nivel nacional los jefes de centros, que así se llamaban en aquella época, a mí me nombraron representante  de la SOP ante la Junta Local de Caminos de aquí, del estado de Guerrero. Después de eso, en el 76 me fui al estado de México a coordinar los proyectos que estaban en toda su trascendencia y formación muy amplia para el número de vehículos que estaba creciendo en el estado, y de ahí me fui a Mexicali, de representante de la SOP ante la Junta Local de Caminos de Baja California. Estuve en 1978, de enero a septiembre y en septiembre de ese año regresé al Distrito Federal a las oficinas centrales de la Secretaría de Obras Públicas como jefe del Departamento de Obras de la Dirección General de Carreteras en Cooperación a nivel nacional. De ahí vamos a coordinar con todas las Juntas Locales de Caminos el proyecto, la construcción y la conservación de la red estatal, había un representante de la Secretaría de Obras Públicas de en cada estado. Después de esa etapa que tuve hasta 1981, a partir de diciembre me nombraron representante de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, porque cambió en esa época cuando entró el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, él le puso Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas y me fui al estado de México, me nombraron al estado de México por la gran promoción que había en las vías terrestres y estuve ahí hasta 1991, diez años. Estuve trabajando con cuatro gobernadores porque todos los gobernadores en esa época no terminaban su sexenio, a medio sexenio el gobierno federal les daba comisiones en puestos muy importantes dentro del gobierno federal. Con quien comencé fue con el licenciado Alfredo del Mazo González. Todo eso lo desarrollamos bien y todo el programa que teníamos de carreteras hasta ahora se ha llevado a cabo y mucho más todavía porque el volumen de tránsito se incrementó notablemente. En las vías que considerábamos que iba a haber tres mil o cuatro mil vehículos hay ahora hasta cuarenta o cincuenta mil vehículos de tránsito diario, promedio anual. Pero bien, todo bien y sigue todavía nuestro gran interés. Aquí también en Chilpancingo y en el estado sobre todo que mejore sus vialidades y resolver el gran volumen de tránsito que hay y la seguridad de las comunidades. Evitar pendientes fuertes y grados de curvatura muy fuertes”.
-¿Así que una de las crestas de éxito de tu vida fue el estado de México?
“Fíjate que sí, claro, dentro de la Secretaría de Obras Públicas fue mi cimentación, de ahí fue donde empezó a destacar toda la capacidad adquirida también por los cursos tomados a través de la misma secretaría ante la división de Estudios Superiores de la Facultad de Ingeniería de la misma secretaría, que fue en el año de 1972, de enero a diciembre. Para hacer el curso fui comisionado, o sea, estar las 24 horas, desde el 5 de febrero al 18 de diciembre de 1972”.
-Me decías que te accidentaste.
“Sí, en el 2004, el sábado, para iniciar la semana santa me accidenté, me dormí. Tuve tres actividades nocturna s y no llevé chofer para ir a Barrio Nuevo, al municipio de Coyuca de Benítez y me dormí. Como a las nueve y media de la noche no me di cuenta y me salí de la carretera y quedé muy mal físicamente, muy afectado de la memoria. Tardé dos meses y medio para reaccionar de la memoria. Después veía a las personas pero no recordaba sus nombres, pero después, con el tratamiento ya fue todo positivo. Lo técnico no se me olvida porque de vista es mejor dar soluciones y dar aplicaciones técnicas y eso no se olvida. Superado totalmente y con muchas ganas y mi necesidad de sentirme tranquilo es participar en la mejoría de la red de carreteras”.
-Ahora que pasas por ahí en algunos caminos, manejando o conducido por algún chofer y recuerdas que ese camino tú lo construiste hace años, ¿qué sientes? 
“Es cierto, fíjate que todavía me acuerdo de esas carreteras en algunos estados. Entre los que recuerdo bien es por ejemplo en Cuernavaca, Temixco y Xochitepec, son los tres municipios que están juntos. Hicimos de ahí, de Acatlipa, que es del municipio de Temixco a la colonia La Cruz que está en Xochitepec, son tres y medio kilómetros; estaban llenos de mucho comercio y el ancho de la corona de ese camino era de la red federal de siete metros, y la ampliamos a veinte metros, muy bien, con todos sus entronques adecuados. Eso fue en el 2008 cuando terminamos. Entre julio de 2007 a abril de 2008 hicimos esa obra y ahorita está como nueva todavía. Además de satisfacción un orgullo muy personal, no lo andamos presumiendo. Ahorita porque me estás haciendo estas preguntas te las contesto con gusto, con mucho cariño”.
-Gracias, Javier. Pasas por ahí y dices: Esto yo lo hizo.  
“Sí, así es. Paso y paso y ahí está todavía. Aquí, una de las obras que estaba muy mal era la del entronque de Yetla, ahí en el kilómetro 23 de Acapulco Zihuatanejo,  son como tres kilómetros y medio de la carretera federal, lo pavimentamos. Eso lo hicimos en el 2007 y ahorita, después de la lluvia y todo, ahora que fui de visita a la costa, pasé a recorrerla y está muy bien, no le hicieron nada las lluvias tan fuertes ni el río ni nada. Es lo que digo, aplicar la técnica de la secretaría”.
-Javier te quisiera preguntar muchísimas cosas del sistema carretero en Guerrero pero no quiero complicarte la vida, te veo muy contento. Estás, me parece, en plan de descanso en tu tierra pero ha sido muy provecho este breve diálogo contigo, me da muchísimo gusto verte después de tanto tiempo y saludarte.
“Igualmente, Héctor. Me da muchísimo gusto que me hagas esta entrevista. Quiero mucho a Chilpancingo y me acuerdo mucho de ustedes, con mucho respeto y con mucha amistad. No me he separado de Chilpancingo, vengo cada mes y regresaré, así lo he pensado: Como los elefantes viejos que regresan a su tierra. Tengo mucho interés en trabajar aquí y apoyar al área de caminos”.  

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