viernes, 22 de agosto de 2014

COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

 -.El llamado “bullying”… -.Antaño, un chanclazo o varazo nos ponía sosiegos… -.El bullying siempre ha existido… -.Pero apareció la CODDEHUM… -.Sería bueno reflexionar en cosas pasadas…

 Desde hace tiempo, el llamado “bullying” se ha convertido en todo un problema dentro y fuera de las instituciones educativas, aunque habría que aclarar que este fenómeno siempre ha existido, o sea –como diría un compañero de trabajo –si no hubiese existido como tal, a nadie se le hubiera moteado ni adjetivizado cuando era chamaco; nosotros recordamos a varios de nuestros compañeros de clase, no por su nombre, sino por su apodo: “La marrana”, “El listín”, “La foca”,
“El gordo”, “El chango” y párele de contar; ahora mal, ¿desde cuándo se le escapó de las manos a la sociedad esta forma de oprimir, de reprimir a nuestros semejantes?, muy sencillo: Desde que apareció la famosa Comisión por la Defensa de los Derechos Humanos; nosotros también recordamos que, cuando niños, en la casa con un buen chanclazo o varazo, dado en salva sea la parte, nos quedábamos quietos, bien sentaditos o sin protestar hacíamos el mandado que nuestros padres ordenaban; en la escuela, un buen reglazo nos dejaba sentados, casi petrificados, en nuestro pupitre y poníamos atención a la clase o dejábamos de jugar dentro del salón; entonces, niños, niñas, jóvenes y adultos, nos respetábamos mutuamente, jamás respondíamos a algún regaño de nuestros mayores, obedecíamos sin chistar cada uno de los mandatos que nos ordenaban y no había tanta violencia en las escuelas, pero si la había, las “llevadas” a la Dirección era casi una penitencia, llamaban a nuestros padres y ¡ay, de nosotros si no los convencíamos con nuestros argumentos!; no todo era color de rosa, pero sí había respeto hacia los demás y hasta nos enseñaban a hacer nuestra buena obra del día; ¡ah!, pero tuvo que aparecer la susodicha “comisión” que pregonó ese rollo ese de los Derechos de los Niños y hasta les dio alas para “navegar” en la impunidad, o sea, se manejó mal ese tema y el respeto a los infantes, de tal forma que ahora ya no se sabe qué hacer para contener toda esa ola de violencia que ha estallado en las instituciones educativas, pues ya desaparecieron las fuertes llamadas de atención de los profesores, los reglazos, las orejas de burro y hasta los castigos como el hecho de “dejarlos sin recreo”; ahora, los propios padres de familia pueden ser demandados por sus hijos por el hecho de llamarles la atención en casa y, por ello, se ha disparado la agresión a la gente mayor, pues hasta los chamacos ya intentan agredir a sus progenitores, aunque en la mayoría de los casos lo hacen, incluso, muchos han fallecido a manos de sus vástagos; en fin, tal vez pudiera considerarse un retroceso, pero sería bueno reflexionar si se volviera a permitir esas llamadas de atención, tanto en casa como en la escuela; de otra forma la sociedad seguirá en declive y, como hasta ahora, seguiremos viviendo una violencia innata dentro y fuera, de casa y de la escuela; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.