martes, 19 de mayo de 2015

COLUMNA


Cosmos

Héctor Contreras Organista

¿La caballada? ¿Cuál?
Cuando al gobernador Rubén Figueroa Figueroa a fines de los años 70 los periodistas le preguntaron cómo veía a los participantes en la carrera presidencial, respondió: “¡La caballada está flaca!”, frase que entró de lleno en el lenguaje de la política mexicana y ahí se quedó.
Al respecto, algunos ocurrentes “opinadores” de la realidad política de Guerrero dicen que “ahora la caballada no sólo no está flaca sino que ya no existe, y lo que fue un esquelético jamelgo en los años de Figueroa se convirtió en la sombra grisácea de un borrico, un pollino, una acémila, un jumento, un asno que ya ni rebuzna porque se dice que nadie de los aspirantes a la gubernatura llena los mínimos requisitos que se requieren para ser gobernador”.

¿Y qué dice la ciudadanía?
Hoy por la mañana, otra vez vi y escuché en la urvan a esa señora costeña ya anciana que se está haciendo muy popular en Chilpancingo por sus monólogos. 
Es morena, de pelo cano, carga una bolsa de plástico en la que transporta algunos productos del mercado al centro de la ciudad, seguramente para su consumo personal, y que desde que sube al vehículo de transporte celular siempre viene hablando, diciendo algo, opinando sobre diversos asuntos que nadie le pregunta, pero ella habla y habla con su voz de tono costeño. Es, además, un monólogo sabroso porque es donde uno escucha la verdadera voz del pueblo.
“No muchacho, decía la señora a nadie en particular de los pasajeros que veníamos en la urvan; esta vez no voy a rezar por nadie. Más vale malo por conocido que bueno por conocer. Yo le recé mucho a nuestro padre Dios para que ganara el PRD y ganó, y ya ves lo que pasó. A esos muchachos los desaparecieron y el gobernador se robó el dinero y lo sacaron. Y ora este otro que nunca termina donde lo ponen, siempre deja los cargos para ir a buscar otro hueso. Ora quiere ser gobernador, ¿para qué? Es malo que uno que quiere ser gobernador ande peleando con  una mujer como chilmolera y que se ponga al tú por tú con Beatriz que también quiere ser gobernadora y que la insulte. Eso se ve y está mal en un hombre. Yo creo que va estar bueno que una mujer sea la gobernadora, a ver si con esa ya podemos salir de pobres, porque con este, ya ves que ni hizo nada como presidente municipal. 
Mira, ahí están arreglando la avenida y nunca terminan, nomás lo hacen para llevarse más dinero a su bolsa. Yo digo que es bueno que arreglen las calles como aquí, pero en los panteones ya no hay lugar para enterrar a los muertos, ve el mercado como está, todos amontonados, todo sucio, y el agua. Ay Dios mío, el agua, ¿pero cuál agua? No hay. No conozco a los que quieren ser presidentes municipales, no los conozco ni sé si de veras podrán arreglar todo lo que falta, pero la verdad yo creo que no porque han de ser como todos que sólo vienen a llevarse lo que pueden. A ver, la basura, dondequiera está regada. ¿Y Mario Moreno? A ver, que me digan dónde está Mario Moreno. Ya se escondió, ya no se le ve. Pero dicen que su hermano va a ser diputado. No hijo, estamos mal, muy mal. Y luego este cabrón del chofer, mira, parece que lleva mulas. Bájale, padre. ¿Pa’ qué corres tanto, hijo? Pórtate educado con los que te damos de comer, padre. No seas tonto. Has de venir crudo, por eso corres como loco. No mijo, eso está mal. Fíjate como manejas. Mira, allí bájame en la esquina. Ay Padre mío, señor de Petatlán, como me duelen mis rodillas. Ya estoy vieja. ¿Tú crees que el tiempo no pesa?”
Y la señora se fue por la calle de Madero, que va al centro de Chilpancingo, habla y habla…
Palabras más palabras menos pero eso piensa y eso dice con todas sus letras la señora costeña ya anciana que diariamente, por las mañanas, viaja en la urvan del mercado al centro de la ciudad. 
¿Y usted, respetable lector, qué opina?
Mañana es el último jalón con eso del “debate”. Va a resultar muy interesante ver cómo los políticos tratan a las damas, a ver si es cierto lo que dijo la señora en la urvan hoy por la mañana. 

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