viernes, 22 de mayo de 2015

PRIMERA PLANA

GG:Desatendió Ortega
inseguridad de Chilapa 


El gobernador sustituto de Guerrero, Salvador Rogelio Ortega Martínez, desatendió la inseguridad del municipio de Chilapa de Alvarez, además “me estuvo bateando”, denunció el alcalde priísta, Francisco Javier García González.

Hay una total pasividad del mandatario, durante los días en que la cabecera municipal prácticamente estuvo sitiada por narco-comunitarios del grupo criminal “Los Ardillos”.
La primera autoridad no hizo nada para frenar la situación y “me estuvo bateando”, aseguró  García González, quien es acusado de proteger a la banda criminal de “Los Rojos”.
Señaló que desde el sábado 9, cuando más de 200 personas armadas arribaron a la ciudad, “fueron momentos de espanto y de temor para todos los chilapenses”.
En ese lapso, del 9 al 14, “hay desaparecidos, hay gente que fue golpeada, gente que fue atacada de manera indiscriminada por estos supuestos comunitarios”, destacó en entrevista con Radio Fórmula.
Chilapa de Alvarez, añadió, “estuvo totalmente sitiado por lo menos los tres primeros días, al cuarto fueron desarmados, luego se llegó a una negociación y les devolvieron sus armas”.
El alcalde señaló que el sábado 9 se encontraba en Chilpancingo en trabajos de gestión, cuando le comunicaron que un grupo armado había ingresado a Chilapa. No obstante, dijo, le pidieron que no se acercara porque los sujetos llevaban armas de alto poder y actitud hostil.
“Me comunico con el secretario general de Gobierno y el secretario de Seguridad Pública y me piden que no entre hasta que ellos analizaran cómo estaba la situación”, comentó.
Ante ello, dijo, se comunicó con el gobernador  salvador Rogelio Ortega Martínez y éste le pidió que se vieran en la Ciudad de México.
“Lo esperé tres días, y al ver al cuarto día que solamente me estaba bateando, regresé a mi municipio. Desde el día sábado (16 de mayo) yo estoy aquí al pendiente de la situación”, enfatizó.
Según García González, el miércoles acudió al municipio el comisionado de la Policía Federal (PF), Enrique Galindo, quien se comprometió a enviar hoy mismo más elementos para investigar sobre las personas desaparecidas y para reforzar la seguridad de Chilapa de Alvarez.
El pasado jueves 14, los integrantes de la guardia comunitaria ligada al narco se retiraron de la cabecera de Chilapa con la advertencia de que regresarían en una semana en caso de que las autoridades federales y estatales no detengan al líder del grupo criminal de Los Rojos, Zenén Nava Sánchez, “El Chaparro”.
Luego de una estancia de cinco días, en la que desarmaron a la policía municipal, los líderes del grupo armado vinculado a la banda de Los Ardillos ordenaron el repliegue después de negociar con mandos del Ejército y de la Policía Federal división Gendarmería.
Cerca de las 13:40 horas, los civiles armados abordaron camionetas y unidades tipo Van y se enfilaron a la zona colindante con el municipio de Quechultenango por el crucero que conduce al poblado de Atzacoaloya.
Previamente los soldados habrían decomisado 18 unidades y 30 armas (16 largas y 14 cortas) a los comunitarios, situación que obligó a los civiles replegarse al salón de fiestas California, propiedad de familiares del candidato a la alcaldía por del PRD, Miguel Cantorán.
En este punto se realizó una reunión entre líderes de los presuntos comunitarios y autoridades castrenses donde se pactó el repliegue de los civiles armados a sus comunidades de origen.
Un día antes, habitantes de la cabecera de Chilapa que bloquearon la carretera federal que conecta con la región de la Montaña, porque autoridades estatales incumplieron el acuerdo de retirar a la guardia comunitaria ligada al grupo delictivo Los Ardillos, criticaron la actitud “pusilánime” del gobernador y señalaron que, junto con el Ejército y la PF, es cómplice de la banda de Los Ardillos, dirigido por los hermanos del presidente del Congreso estatal, el diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez.
Antes, Ortega Martínez exigió públicamente “no sobredimensionar” el estado de sitio y la ausencia de autoridad que prevalecía en Chilapa.
El pasado martes 19, chilapenses denunciaron la desaparición de al menos 30 personas a manos del grupo armado que tomó la ciudad hace más de una semana.
Las víctimas se reunieron un día antes con representantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero (Coddehum), entre ellos el visitador general Fernando Esteban Ramírez, para hacer la denuncia.
“Aquí hubo levantones, amenazas e intimidaciones por parte de ese grupo de hombres armados y nadie hizo nada por detenerlos, ni siquiera ustedes”, gritó a Ramírez uno de los parientes de un secuestrado.
Al encuentro se presentaron familiares de 16 presuntos desaparecidos. El resto no llegaron al Zócalo porque recibieron amenazas de muerte, dijo José Díaz Navarro, quien busca a dos hermanos.
“Ahorita están aquí familiares de 16 desaparecidos, pero hay otras 14 personas que también fueron privadas de su libertad, pero que sus parientes no vinieron porque han recibido amenazas”, afirmó Díaz Navarro.
Y aseguró que el grupo de civiles armados que irrumpió en Chilapa hace unos días y que se retiró tras llegar a un acuerdo con autoridades del Ejército tiene vínculos con los integrantes del grupo delictivo “Los Ardillos”.

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