jueves, 3 de diciembre de 2015

COLUMNA

Las fiestas de diciembre

 Apolinar Castrejón Marino 
 Agua cristalina y clara, 
madre de ranas y sapos, 
donde se lavan los trapos 
¿Eso quieren que beba yo? 
 Yo bebo vino del puro 
que rompe hasta los muros 
y que es bebida de reyes. 
El agua es para los bueyes 
que tienen los cuernos duros.
 Bueno, ya estamos en el mes de diciembre, que se caracteriza por su abundancia de fiestas: bodas, quince años y bautizos. El vino corre a raudales, y abunda el lujo y el derroche. 

La gente gasta como si fuera millonaria, en ropa, comida y regalos. Pero no compra lo que necesita, ni siquiera lo que va a provechar, compra cosas tan inútiles como peceritas, para regalar; botellas de wiski, rellenas de chocolate; y columnas dóricas de mármol…para poner floreros.  
Pero conviene que les recordemos algunas reglas básicas. Todo empieza con la invitación: si su amig@ se encuentra con usted en la calle, y le dice que va a tener una fiesta y que allá lo espera, significa que quiere que vaya usted sol@. 
En cambio, si lo busca en el trabajo, en la oficina o en la escuela, para participarle que va a tener una fiesta, y que lo invita a ir, significa que puede ir con su esposa o pareja. Y si va a su casa, le entrega una invitación impresa, y hasta con adornos, quiere decir que puede ir con toda su familia…lo que entienda por familia.
 Quienes no se atengan a estas reglas de cortesía, caerán en la categoría de colados, y por ende, de indeseables. Y como tal se arriesguen a que en un descuido, le cierren la puerta, o el saca-borrachos lo ponga “de patitas en la calle”. O mínimo, cuando le den su copa o su platillo, “alguien” le ponga tremendo escupitajo para que lo saboree mejor.
 Otra recomendación que le hacemos encarecidamente, sobre todo si va a ir con su familia, es que antes de ir a la fiesta, tomen un bocadillo, porque casi siempre sucede, que la comida o cena se sirve hasta después de unas horas, y ahí tiene usted a los niños muriéndose de hambre.
 Finalizamos recordándole que no gaste desmedidamente en la compra del regalo. Si la persona a quien va a regalar es muy querida por usted, no exceda de 3 mil pesos, y si es menso el afecto, solo gaste mil pesos ¿Por qué? Bueno solo imagine qué le van a dar de comer o de cenar ¿una pechuga rellena, un medallón con salsa? Considere que con 5  mil pesos usted puede llevar a cenar a su familia tranquilamente.

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