jueves, 2 de marzo de 2017

PRIMERA PLANA

 Nos acosan y cazan en los
 EU, historias de deportados

Antonio Miranda salió de su casa en la ciudad de Ventura, California, como todos los días para ir a trabajar. Subió a su camioneta y apenas había avanzado unos cuantos metros cuando una patrulla le marcó el alto.
“Yo pensé que eran los policías de tránsito y cuando me detuvieron me dijeron que eran de migración y me tenían que deportar”, asegura.

Los agentes migratorios lo esperaban. “Estaban afuera de mi casa y, apenas me vieron, me interceptaron para detenerme, dijeron que tenía órdenes de deportar gente que tenía muchos años viviendo allá sin papeles”. En ese momento, tras 26 años de vivir en Estados Unidos, el 27 de enero pasado el migrante guerrerense fue detenido y regresado a México, por lo que sin previo aviso dejó atrás a sus dos hijos, su casa y sus sueños de una vida mejor.
Una vez en tierra mexicana fue trasladado a la Ciudad de México por el Instituto Nacional de Migración y luego de unos días llegó a Guerrero.
Datos del Instituto Nacional de Migración (INM) indican que el año pasado fueron repatriados 219 mil 932 mexicanos, lo que representó un aumento de 6 por ciento respecto a 2015.
Michoacán, Guerrero y Oaxaca registraron 63 mil 852 eventos de repatriación de mexicanos, es decir sólo esos tres estados agruparon a 30 por ciento del total de repatriados en 2016.
Hasta el 14 de febrero, las autoridades de Guerrero tenían contabilizados a por lo menos mil migrantes guerrerenses deportados de los Estados Unidos en lo que va del año, originarios principalmente de las costas, Tierra Caliente y zona Centro, informó el secretario de Migrantes, y Asuntos Internacionales del Gobierno de Guerrero, Fabián Morales Marchán.
A principios de febrero, el gobernador de Guerrero, Héctor Astillo, indicó que daría inicio a un programa de 12 acciones pro-migrantes en caso de un incremento de repatriaciones. Entre ellas destaca el contacto permanente con consulados en Estados Unidos, atención jurídica a migrantes, así como educación y una bolsa de trabajo para repatriados.
Asimismo, Astudillo ha sostenido reuniones con 14 clubes, y federaciones de migrantes radicados en Estados Unidos. En un evento en casa Guerrero, el mandatario estatal sostuvo que actualmente la población de guerrerenses en la Unión Americana es de 1.5 millones y el envío de remesas asciende a 24 mil millones de pesos, lo que representa casi la mitad del presupuesto de la entidad.
Hasta el momento se ha puesto en marcha el Programa de Apoyo al Empleo 2017, una Feria de Empleo para Jóvenes y vinculación laboral a guerrerenses repatriados. El programa arrancó este miércoles y apenas cuenta con 15 vacantes ofertadas en Acapulco; otras 40 empresas no informaron el número de vacantes que ofrecen.
Antonio fue dijo que las autoridades, a través de la Secretaría estatal del Trabajo, le harán entrega sólo de dos pagos de mil 200 pesos cada uno, lo cual, se quejó, es insuficiente.
La historia de Antonio
Originario de Tierra Colorada, Antonio estudiaba ingeniería hace 26 años, pero sus padres no pudieron pagarle la escuela por lo cual decidió emigrar a los Estados Unidos, de lo cual, hoy se arrepiente, pues asegura que debió de estudiar y trabajar como lo hacen muchos jóvenes en Guerrero.
“Siempre pienso que debí yo mismo trabajar, como miro a muchos jóvenes que veo que trabajan y estudian, es difícil pero no imposible”.
Sobre su vida en Ventura, California, platica que trabajaba pintando casas y del dinero que ganaba lo utilizaba para la manutención de sus dos hijos, de los que compartía custodia con su ex pareja, y a quienes les envió una carta, y les dijo que, si ellos no vienen, él intentará regresar.
“Es muy difícil, pues que te separen de tus hijos es muy feo, le mandé una carta a mi hija, le dije hija ‘si no vienes tú voy a volver a cruzar’ y si es difícil”.
“A mí me sacaron de mi casa, me sentí humillado, pero aquí estoy con la frente en alto, porque estoy con mi gente, la gente que quiero, la gente que me quiere”, dijo con la voz cortada.
Sabino dejó a cuatro hijos
Sabino Castro, de 35 años originario de Zitlala, es otro guerrerense que también fue deportado el mes pasado por agentes de migración. En su caso, ninguna explicación, fue detenido en la calle tras trabajar 17 años en Arizona.
Él, al igual que Antonio, no tiene casa y está viviendo en Chilpancingo, de igual manera dejó en EU a sus cuatro hijos y su esposa. Por el momento asegura que no piensa regresar, pero analiza la posibilidad de hacerlo más adelante.
En Estados Unidos se dedicó a la construcción, limpieza, y plomería, para poder mantener a la familia que dejó, y espera en un futuro poder recuperarla.  Afirma que lo peor de regresar al país para él es la delincuencia y la inseguridad que actualmente permea en el estado.
Riesgo de la delincuencia
“Cuando son deportados se vienen sin nada, no tienen dinero, no traen nada, sin empleo, y sin vivienda, sería importante un programa especial de empleo, y vivienda para cuando regresen”, pidió el coordinador general de Clubes Unidos Guerrerenses en Estados Unidos, Erasmo Salgado Jiménez.
Dijo también que la preocupación de los migrantes, en caso de ser devueltos a México, es que por falta de trabajo “puedan caer en manos de la delincuencia organizada”.
Por ahora, Sabino busca obtener trabajo pronto para salir adelante. (Unidad de Investigaciones Especiales LSR. Dirección: Sandra Romandía/lasillarota.com).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.