lunes, 2 de octubre de 2017

Cada vez que llueve, la avenida Insurgentes se convierte en un lodazal, gracias a que Marco Antonio Leyva Mena, presidente municipal del Partido Revolucionario Institucional de esta capital, no se preocupa para ordenar a sus colaboradores para que realicen limpieza o arreglen desperfectos del sistema de drenaje como ha ocurrido en los últimos meses corren aguas con mierda, desde el mercado “Baltazar R. Leyva Mancilla” hasta la estatua del General Vicente Ramón Guerrero Saldaña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.