miércoles, 8 de agosto de 2018

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
Los calificativos de “matadito”, “lumbrera”, “ñoño”, “nerd” tienen que modificarse cuando nos damos cuenta de que en el país existen los niños genio, como es el caso del NIÑO Carlos  Antonio Santamaría Díaz, quien cuenta con solamente doce años de edad, encontrándose en curso sus estudios en una licenciatura de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de México (UNAM),por lo que ahí se hace historia con un “Pumita” que estará acompañado de su padre Fabián Santam
aría y Arcelia Díaz, y saben qué es lo más fabuloso, que tiene raíces guerrerenses por esa señora, que vivió en el municipio de Arcelia de nuestra Tierra Caliente. Creo que ése es otro “Orgullo Guerrero” que no se debe dejar de reconocer debido a que en estos tiempos violentos, casi como la película que lleva ese nombre, es saludable y honroso que un chiquillo, ya preparándose para cursar su licenciatura esté catalogado como un niño genio, de los que no se dan en maceta y que afortunadamente fue estimulado, respaldado y protegido por su familia. Ahora, este “Pumita” con raíces guerrerenses, debe hacernos sentir orgullosos, pues aunque él no nació ni vivió su todavía infancia en nuestro estado, sí es su madre doña Arcelia Díaz, quien perteneció a nuestra entidad, y “aunque sea por extensión” debemos reconocer a un ÑIÑO “Pumita” que cursa ya una licenciatura en la Facultad de Química. Luego entonces, un infante, que supongo también tiene sus juguetes que estudia una licenciatura debe ser cuidado, aprovechado y consentido para que continúe desarrollando ese magnífico potencial, que va más allá de mi escaso intelecto. De ahí que una mente brillante como es el “Pumita” Carlos Antonio Santamaría Díaz, reciba todos los beneficios equiparables para un científico o académico y que estudie más, supongo yo para descubrir y aportar nuevas teorías a la ciencia en términos generales, con beneficio para nuestro país. Es necesario proponer que se cuide a este infante, y que debiera existir centros de detección de estos intelectos infantiles, para que nuestro México pueda ser una potencia en la materia, así es que aprovecho para sugerir a quien corresponda, en especial a su padre y su madre a que eviten que lo vayan a “canjear” para que estudie en otras universidades en el extranjero, porque lamentablemente formará parte de esa triste fuga de cerebros, que no tienen estímulos solamente cuando salen a otras naciones. También, según toda la información que se está dando a conocer en torno a este “Pumita”, se despeja esa mala fama que se tiene en el estado de Guerrero o de nuestro sur en el sentido de que se nos etiqueta de “matones”, “peleoneros”, “pistoleros” o “asesinos”. Existe en el imaginario social, que en Guerrero siempre cargamos un cuchillo o una pistola, e incluso hasta se nos asocia con la amapola fuera de nuestra entidad, y no es para menos, pero la clase de noticias como la de este niño genio, viene a ser una refrescada para que evitar estos encasillamientos negativos. Menciono a gusto, que en estas páginas, en la edición de ayer, de “La Crónica, Vespertino de Chilpancingo”, se replicó esta noticia de este pequeño genio, y me  latió hacer un comentario, sobre todo por su señora madre, Arcelia, guerrerense, que seguramente está disfrutando a Carlos Antonio, al que tienen que cuidar, proteger y animar a sus estudios para que lleguen a un destino fincado en las ciencias. Salud, pues.

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