martes, 5 de febrero de 2019

SEGUNDA PRINCIPAL DE NOTA ROJA

Encobijado hallaado, luego
de que ayer fuera levantado
Antonio Cantú Rendón.—Un hombre que había sacado y levantado frente a su familia, y sus pequeños hijos en el interior de su casa, la mañana de hoy martes fue encontrado  encobijado sin vida y estaba atado de sus pies, manos y con huellas de tortura.
El ahora occiso respondía al nombre de Juan Carlos Vázquez Jacinto de 38 años de edad, y ten
ía su domicilio en la calle “Rio Nilo” de la colonia “El Tomatal” de Chilpancingo.
Los hechos lamentables ocurrieron ayer lunes cerca de las 17:00 horas, cuando el ahora occiso se encontraba con su esposa, sus hijos y hermanos, en el interior de su casa, en esos momentos  alrededor de cuatro hombres armados con pistolas calibre 9 mm, entraron a la fuerza a su domicilio.
Su familia del ahora occiso, al ver los hechos se espantaron  y les pedían a los delincuentes que por Dios no se lo llevaran, pero los facinerosos, no hicieron caso y para seguir espantando a los presentes dispararon  al aire sus arma, eso provocó que los vecinos  se metieran a sus domicilios, y en esos momentos le dieron parte a la policía.
Después de 20 minutos  militares, y diversas corporaciones policiacas arribaron, en lugar de montar un operativo, para rescatar a Juan Carlos, unicamente se amontonaron frente a su casa del que habían levantado.
El día de hoy cerca de las 7:00 de la mañana, en el número de emergencia  se recibió el reporte de que había un hombres encobijado, en el retorno del bulevar “Vicente Guerrero” que conduce a la carretera federal Chilpancingo-Iguala de la Independencia, en el puto conocido como Tierras Prietas.
Los primeros que llegaron fueron elementos de la Policía Fuerza estatal, quienes confirmaron que  efectivamente a la orilla del retorno que se ubica a unos 200 metros del hospital general “Raymundo Abarca Alarcón”.
Se espera que las cámaras del circuito cerrado del C-4 que están en ese lugar, hayan captado a los delincuentes cuando bajaban a su víctima sin vida.
Cuando se hacían las primeras diligencias de ley, llegaron varios hombres y cuatro mujeres, quienes con llantos desconsoladamente, les informaron a las autoridades que la persona encobijada se trataba de un familiar.

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