viernes, 22 de marzo de 2019

ARTÍCULO

¿No reelección?
Apolinar Castrejón Marino
Nuevamente, el presidente Andrés Manuel les ha quitado el sueño a los políticos, a los “intelectuales”, a los “analistas” a los politólogos, y a los académicos, que ya de por sí, andan como perros sin dueño. Perdón a los perros por compararlos con esa fauna de corbata.
Según ellos, en sus pesadillas han visto que el presidente se reelige por otros 6 años. Así que están uniendo sus esfuerzos para ondear la bandera de la No-Reelección, como lo hizo hace 119 años Francisco I. Madero en contra de Porfirio Díaz.
Enemigos formidables son los que tiene López Obrador, pero son ignorantes, y sus argumentos son indefinidos y contradictorios, por eso los llama “ternuritas”, públicam
ente.
Como usted recordará, Andrés Manuel propuso someterse a la figura de revocación de mandato, como un alarde de demostrar, que confía plenamente en la aprobación de la gente hacia su gobierno. Y al principio no dijeron nada, porque creyeron que no se concretaría.
Pero a cien días de su gobierno, están descubriendo que hay una trampa en esa revocación de mandato, a saber, que con su popularidad busca apoyar a los candidatos de su partido para las elecciones del año próximo. No han podido explicar razonablemente, en que momento quedará abierta la puerta para su reelección.
Si esto es cierto, los demás partidos también podrían utilizar la estrategia de revocación de mandato, para cualquiera de sus aspiraciones. Aunque los diputados y senadores no necesitan hacerlo, pues hay muchos que llevan más de 20 años pegados a la ubre del gobierno.
Los gobernadores también podrían proponer la revocación de su mandato, aunque seguramente no les agradarían los resultados ¿Se imagina que Héctor Astudillo, el gobernador del Estado de Guerrero, que fue abucheado en un mitin realizado en la región montañosa? Seguramente sería la última acción de su gobierno.
Pero dejemos de adivinar el futuro, y tratemos de ver en el pasado, el capítulo de la No-Reelección. En aras de la brevedad, iremos directo al grano: la frase “Sufragio efectivo, no reelección”, se atribuye a Francisco I. Madero, pero en realidad fue pronunciada antes, por el general Porfirio Díaz, cuando contendió por la presidencia contra Don Benito Juárez, quien trataba de reelegirse, indefinidamente.
En términos reales la frase “Sufragio efectivo, no reelección” ha sido una bandera muy efectiva, para los líderes que reclaman equidad y justicia, pero ha sido nociva para el país.
Porfirio Díaz consiguió notoriedad, al pronunciarla como un reclamo contra Benito Juárez cuando llevaba 15 años en el poder, desde el 8 de diciembre de 1857 al 18 de julio de 1872. Y luego, José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, ejerció el cargo de Presidente de México en siete ocasiones, durante 35 años.
Después vino Don Francisco I. Madero, que con el mismo reclamo de “Sufragio efectivo, no reelección” consiguió la presidencia de México. Pero debido a su debilidad política y sus decisiones erróneas, solo gobernó 1 año y 3 meses, desde el 15 de octubre de 1911, hasta el 19 de febrero de 1913.
Al asumir la presidencia, Madero traicionó a los revolucionarios que lo habían apoyado en la lucha armada, como Emiliano Zapata y Francisco Villa. A su vez fue traicionado y asesinado por Victoriano Huerta.
Es momento de recordar, que el principio de la no reelección es una de las bases de la democracia, que a su vez establece que todos los ciudadanos son iguales. La Constitución de 1917, en su artículo 83 solo establecía la prohibición para reelegirse del Presidente de la República, pero nada decía respecto a los cargos de diputado o senador.
Plutarco Elías Calles reformó La Constitución en 1927 para eliminar la prohibición de reelección presidencial absoluta, es decir, para el periodo siguiente.
En 1933, una nueva reforma devolvió el artículo 83 a su estado original, con la prohibición absoluta de reelección para el Presidente, y de paso los artículos 59 y 115 establecieron la no reelección para los cargos de elección popular como diputados, senadores y munícipes.
Con las trampas que siempre han hecho, estos últimos “interpretaron” que tenían prohibida su reelección consecutiva, pero nada se decía, si dejaban pasar un periodo. Y así, esos políticos que se rasgan las vestiduras cuando se habla de la reelección del Presidente, nada dicen de los legisladores que se han pasado varios sexenios en el Congreso.

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