martes, 3 de septiembre de 2019

POLICRÓNICA

Pripayasadas…En lugar de ser verdaderamente una oposición responsable, la nueva dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) encabezada por el campechano, Alejandro Moreno Cárdenas, secundado por sus 32 homólogos estatales, entre ellos el de Guerrero, ofrecieron “Pripayasadas” con un supuesto “contrainforme”.

Aparte de que son una carga para el erario público de los mexicanos y guerrerenses sostener a los partidos políticos y dirigencias, debieran ser responsablemente un contrapeso  del poder en el país y en el estado de Guerrero, para evitar excesos quienes lo estén ejerciendo. Estamos de acuerdo que los dirigentes de partidos desquiten el dinero que reciben de pago por estar como figurines y haraganes. Tampoco es descalificar su trabajo de los dirigentes de partidos políticos, más bien, lo que estamos haciendo es que cumplan con su papel de contrapesos del poder gubernamental,  y si lo dejan a su albedrío se cometerían muchos abusos, como ha sucedido durante toda la historia de México y Guerrero. Ahora con el nuevo régimen de la cuarta transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), tienen que ser sigilosamente vigilantes los diversos actores políticos de México y de Guerrero, tener los elementos necesarios para cuestionar y frenar en sus excesos  en el ejercicio del poder, no descartamos que suceda, porque lamentablemente quienes llegar a ello, como dice el refrán popular “no tienen nada,  pero llegan a tener poder, locos se quieren  poner”. Entonces no descartamos que el tabasqueño en sus casi cinco años que le quedan, podría incurrir en la violación de leyes, reglamentos y códigos que rigen la vida política, económica y social de México. Estamos de acuerdo que se le cuestione y severamente a López Obrador, pero responsablemente y con elementos contundentes. Al menos nuestro equipo que hace posible esta columna, le estamos dando el beneficio de la duda tres años, y ya le faltan dos años y tres meses para ver si efectivamente cumplirá sus compromisos de campaña a los mexicanos y guerrerenses. Creemos que tres años de beneficio de la duda, son suficientes para que más o menos corrija, limpie y ponga orden del gran cochinero que dejaron durante 78 años que gobernó México el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y 12 años más por el Partido Acción Nacional (PAN). Entonces son muchas décadas  que han pasado. Al momento de llegar un tercer partido a gobernar México, por ende los tiempos exigen que haya dirigentes de partidos y actores políticos responsables, con calidad moral para hacer reclamos o puntualizaciones de los desaciertos y excesos que cometiera el actual mandatario morenista. Aclaramos que no estamos defendiendo al originario de “El Edén” quien el domingo pasado rindió su Primer Informe constitucional, el tercer informe de recuentos y cortes de caja al pueblo de México (100 días y triunfo el 1 de julio), en la que Andrés Manuel López Obrador dejó en claro de lo que ha logrado hacer y lo que falta por cumplirle al México. El primer partido que salió a la palestra 24 horas después del Primer Informes de Labores de López Obrador, a fijar postura, fue el dirigente nacional del PRI, Alejandro Morenos Cárdenas y secundado por los comités estatales de los 32 estados del país para cuestionar los supuestos desaciertos de escasos 9 meses del Lopezobradorismo. Tan inconsistentes fueron sus aseveraciones que no hubo resonancia en los medios de comunicación, por ejemplo, en Guerrero, el dirigente  Esteban Albarrán Mendoza, quien le tiene a los medios de información, se medio socializó lo que quiso decir, porque mandó una inserción pagada mediante su boletín de prensa, pero que los reporteros hayan tomado su declaración y eso mismo se haya reflejado, simplemente fue nula. Tan malos son los dirigentes priistas  el tal “Alito” y Albarrán Mendoza, sus cuestionamientos no son de verdad de oposición, más bien de aprendices de oposición, pero irresponsables. Tanto a Moreno Cárdenas como a Albarrán Mendoza, escupieron hacia arriba y les cayó todo en su cara, se olvidaron que gobernaron este país durante largos 78 años y en el último sexenio con Enrique Peña Nieto, cometieron un megafraude a México con la tan llevada y traída “La Estafa Maestra”, tanto que comienzan a caer delincuentes de cuello blanco. Ese “contrainforme” ni siquiera fue un remedo, y que trataron de hacer alharaca, no les funcionó, porque no saben ser oposición, lo que demostraron con sus conferencias y posicionamientos fue de irresponsabilidad, al no ser severamente puntuales para que fueran objeto en tomarse en cuenta por los diversos medios de información tanto escritos como digitales, principalmente aquellos que hoy en día no están recibiendo prebendas gubernamentales del orden federal y esos deberían ser sus principales comparsas de los dirigentes priistas, pero ni a esos lograron motivarlos a nivel nacional y estatal. En Guerrero se medio supo de que el dirigente Esteban Albarrán Mendoza, disque que dio un “contrainforme”, gracias a que mandó su boletín de prensa mal hecho, y mal enfocado  para lo que buscan socializaren en la sociedad guerrerense con los medios que tienen convenios publicitarios. Por ello, lo escribimos con todas sus  letras que el evento realizado a nivel nacional y en Guerrero, fue una verdadera “Pripayasada”,  con esas actuaciones de pésima escenografía y estridencia, fueron a parar al encauzamiento del río huacapa. Si efectivamente López Obrador en 9 meses de gobierno ha sido  de “poca” eficacia y que fue recurrente la frase “no hay nada que presumir”  dicho por los integrantes de la dirigencia estatal del tricolor en Guerrero, que estuvieron encabezados por Esteban Albarrán Mendoza, Gabriela Bernal Resendiz y José Marco Antonio Olvera, esa  no es oposición responsable. Todo lo redujeron diciendo que es un claro ejemplo de los pésimos resultados del gobierno federal en Guerrero, han sido la falta de incentivos para campesinos, refiriéndose a la problemática generada por el programa de fertilizante. En cifras generales proyectadas a través de diapositivas, la dirigencia del tricolor criticó al gobierno de México, por la falta de sensibilidad para operar y cumplir demandas sociales, principalmente en los nulos resultados que reflejan el crecimiento económico. De acuerdo con Albarrán Mendoza, el priismo en Guerrero seguirá siendo un oposición crítica ante las ocurrencias y políticas fallidas del gobierno que encabeza López Obrador. Pues lo que se ve y se escuchó durante su “contrainforme” fueron puras ocurrencias de Albarrán Mendoza, a las que se sumó el delegado del PRI en Guerrero, José Marco Antonio Olvera quien enfatizó que sin una ruta clara del gobierno, y con la desaparición de las zonas económicas especiales y fondos para la promoción turística, sin duda tendrá persecuciones a corto plazo. En tanto a nivel nacional el nuevo dirigente del Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, aseguró que su partido “no es, no ha sido, ni será una oposición desmoralizada”. El priismo se repone pronto de sus fracasos y no es un partido mediocre. Con “Pripayasada” es una mediocridad, porque no tuvo una contestación a López Obrador que dijo para todo México y el extranjero durante su Primer Informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que los conservadores están moralmente derrotados. Y, en respuesta, el exgobernador de Campeche expresó que como oposición no permitirán que se arrebate al pueblo de México las libertades durante muchos años conquistadas. Desde nuestra óptica, es una contestación totalmente timorata y hasta complaciente, cuando  pudo emitir una aseveración demoledora, porque hay que reconocer que Andrés Manuel se pone de pecho para cuestionarlo, pero sus opositores no saben aprovechar los flancos débiles. Lo más que dijo el gobernador con licencia, que ha quedado claro que el de Morena es un gobierno que no da resultados y hasta ahora ha mostrado su peor cara. Luego presentó una serie de gráficas donde comparó los logros del gobierno anterior y el actual, en los primeros nueve meses de administración. Para comenzar, no tiene calidad moral Moreno Cárdenas, porque dejó a sus gobernados del estado de Campeche que votaron en las urnas y le depositaron su confianza, pero los botó de última hora, pera irse de dirigente, eso es una irresponsabilidad e inmoralidad del actual presidenta nacional del PRI que ganó con fraude electoral interno, tanto que renunciaron antes y después personajes, entre ellos la que fuera candidata Ivonne Ortega Pacheco,  a quien no pudo convencer de que su triunfo fue legítimo. Los priistas deben entender que son escasos 9 meses, nadie en ese corto tiempo, puede resolver los grandes problemas de México que dejaron el PRI y PAN. En lugar de estar  los dirigentes del PR pesimamente cuestionando al actual gobierno federal, deberían ser más cautos, porque están hundidos en la corrupción y paulatinamente les irá llegando su hora a cada uno de los corruptos. Tarde, pero seguro.…Despilfarro…Cuando sostenemos que en México le cuesta mucho mantener a los partidos y políticos, no tenemos que ir lejos, ni andar desesperadamente buscando información, está a la mano no solo para los periodistas, sino para toda la sociedad mexicana. Con elementos sostenemos que en México, se gasta dinero como barril sin fondo  para mantener partidos y políticos, con la falacia de fomentar  la democracia, que finalmente pagan los ciudadanos con sus impuestos. Veamos un caso patético, actualmente en el Senado de la República quien vive crisis política y hasta de representantes populares, es el Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero al pueblo de México, le sale supercaro mantener a esos bribones políticos amarillos. Desde la semana pasada, la bancada del PRD en el Senado de la República se quedó con 3 senadores -luego de la renuncia de Juan Zepeda al partido- sobrevive gracias a un acuerdo político con la Junta de Coordinación Política del Senado.Una bancada que hasta mayo de este año, cuando aún tenían a cinco integrantes, representaban un gasto bruto de un millón 485 mil pesos al mes. Aunque aún seguirá como bancada, su propio coordinador Miguel Ángel Mancera así lo aseguró, también sufrirá recortes proporcionales al número de renuncias de senadores, de acuerdo con fuentes administrativas del Senado. La bancada del PRD no ha desaparecido, pero por decisión de la Junta de Coordinación Política del Senado, encabezada por el morenista Ricardo Monreal Avila. Por ley sólo se considera bancada a cinco legisladores de un mismo partido, y desde el 28 de mayo la fracción se quedó con cuatro, con la renuncia de Leonor Noyola, y este 27 de agosto Zepeda también hizo lo propio.  Los senadores de la exigua bancada perredista ahora son Mancera, Juan Manuel Fócil y Antonio García. Según una nota de El Sol de México, publicada el 7 de agosto, la Junta de Coordinación Política le asignó a la disminuida fracción 21 millones de pesos para sus actividades parlamentarias este año. De acuerdo con la solicitud de información 0130000076119 hasta inicios de mayo la bancada perredista tenía 60 asesores que incluían a personal de prensa y fotógrafos para atender a los senadores que tenía la bancada, encabezados por Miguel Ángel Mancera. De acuerdo con la respuesta a la solicitud de información hecha por La Silla Rota, hasta mayo los asesores ganaban salarios que oscilaban de los cinco mil pesos a los 110 mil pesos brutos mensuales. El sueldo más alto lo recibe Ricardo Ríos Garza, quien fuera encargado de la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno que encabezó Mancera al frente de la ciudad de México, previo a su llegada al Senado. Ya sin impuestos su sueldo es de 80 mil 292 pesos, una cifra incluso mayor a lo que gana la jefa de gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Gracias a su percepción salarial, forma parte de una élite de asesores con los mayores sueldos en el Senado, entre cuyas características adicionales es que son cercanos a los coordinadores de las bancadas. Ríos Garza es también hermano del ex procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza. Ricardo Ríos Garza dejó el gobierno capitalino el 18 de septiembre del año pasado, un par de días después de que inició la actual legislatura, y desde entonces está en el Senado. es hermano de Rodolfo Ríos Garza, quien fue procurador de justicia en el gobierno de Mancera al frente de la capital y es uno de sus hombres de confianza. Ricardo Ríos Garza fue al inicio del gobierno mancerista subsecretario de Coordinación Metropolitana y Enlace Gubernamental del gobierno del Distrito Federal, y en 2015 buscó una candidatura a diputado federal por el PRD, pero le fue impugnada bajo el argumento de que no estaba afiliado al partido. Aunque pudo acreditar que sí era militante, no consiguió la diputación debido a que ese año comenzó el declive perredista. De acuerdo con la lista de asesores enviada por la unidad de transparencia del Senado, el sueldo más cercano al de Ríos Garza es el de María del Pilar Gutiérrez Corona, con 55 mil pesos brutos. Según la página de Transparencia del gobierno de la ciudad de México, fue secretaria técnica del Gabinete de Gasto y Financiamiento. En la misma página se deduce que trabaja con Mancera desde que fue candidato a la jefatura de gobierno, en 2012, cuando se desempeñó como su secretaria privada. Después, durante los primeros cuatro años de gobierno mancerista fue la asistente privada del coordinador general de la Central de Abastos, que era nada menos que Julio César Serna, otro de los hombres de confianza de Mancera.Ya después los salarios más altos registrados en la respuesta a la solicitud son de 40 mil pesos, los cuales corresponden a 10 personas; de 35 mil pesos, que ganan tres personas, y 30 mil pesos que ganan 5 personas. Los salarios van disminuyendo hasta llegar a los salarios más bajos, de cinco mil pesos, que ganan tres personas. La bancada del PRD en el Senado inició la actual legislatura con seis legisladores, pero el 2 de octubre del año pasado Rogelio Ismael Zamora Guzmán anunció su salida para irse al Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Leonor Noyola siguió sus pasos y dejó a la bancada el pasado 28 de mayo, para irse también al PVEM, con lo que dejó al PRD por debajo del límite para formar una bancada, que debe contar con 5 integrantes. Aunque el senador Juan Zepeda se reincorporó a los trabajos legislativos el 8 de julio, luego de meses de estar fuera por una lesión, se le vio en eventos acompañado de morenistas, tal como ocurrió el 8 de junio en un acto de Morena en Michoacán, donde estuvo Mario Delgado, el coordinador de los diputados federales del partido fundado por Andrés Manuel López Obrador. Desde entonces se daba por descontado que Zepeda, quien fue candidato a la gubernatura del estado de México del PRD en 2017, abandonaría la nave perredista, lo que ocurrió el 27 de agosto, cuando dio a conocer su renuncia junto con la ex dirigente del partido, Alejandra Barrales, aunque hasta este 30 de agosto el senador, quien tiene una invitación del coordinador nacional de Movimiento Ciudadano a integrarse al movimiento naranja, aún no había definido su futuro. Sin embargo ayer lunes ya se oficializó, Juan Zepeda, ya es del Movimiento Ciudadano. Los trapecistas y vivales de la política a costa del erario público.

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