viernes, 6 de diciembre de 2019

ARTÍCULO

“No Manches, Frida”
Apolinar Castrejón Marino
Y ¿Por qué decimos “No manches Frida”? Pues aunque no aparece en el refranero popular, este juego de palabras fue adoptado rápidamente por los mexicanos, a partir del estreno de la película con este título, en el año de 2016 en nuestro país.
La razón es que tiene un acento ligeramente chilango, y porque menciona un nombre icónico de la idiosincrasia mexicana: Frida. Y “no manches” es el eufemismo para sustituir la expresión “no chingues”, que podría lastimar los castos oídos de algunas personas.
Frida es un nombre muy cómodo para todos los estratos, las clases pobres la aplican a sus hijas para darles cierta “clase” y estilo, y las clases ricas se sienten cultas al pronunciar el nombre de una mujer excepcional relacionada con la pintura, el feminismo y la ideología soc
ialista.
Frida fue una mujer de belleza y talento excepcionales que estuvo casada con el pintor y muralista Diego Rivera. Se conocieron cuando realizaba sus  grandes obras como los frescos del Instituto Nacional de Cardiología, el Teatro de los Insurgentes y el Hospital “La Raza” del IMSS. Diego contrató a Frida como modelo, se enamoraron, y en ese mismo año, se casaron.
Su padre Guillermo Khalo era de origen alemán, y ella se llamaba Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón. Con la guía de su esposo Diego, aprendió dibujo y pintura, logrando un estilo propio muy refinado.
Fack ju Göhte (Jódete Dios) es una película de comedia alemana-estadounidense estrenada el 15 de junio de 2016. Pero no se trata de una biografía de la pintora mexicana, por el contrario es una trama bastante trillada de un par de ladrones de bancos. Durante una de sus fechorías la policía logró capturar a uno de ellos, mientras el otro se les escapó llevándose el dinero robado.
El ladrón capturado fue mandado a prisión, y después de cumplir parcialmente su condena y ser liberado por “buena conducta”, tiene la obsesión de recuperar el botín que fue enterrado por su cómplice en un terreno baldío.
Pero sus propósitos se ven frustrados cuando llega al baldío, solo para ver con horror que ahí fue construido un edificio de la escuela preparatoria “Frida Kahlo”. Después de pensar mucho como infiltrarse en la escuela para aprovechar alguna oportunidad de buscar el dinero, se le ocurre ofrecer sus servicios como maestro sustituto.
En su papel de maestro (falso) tenía que lidiar con un grupo de estudiantes rebeldes e indisciplinados, con los cuales intenta establecer algún orden, pero se da cuenta de que la vida en la cárcel era más fácil.
“No manches, Frida” es una mala copia de la película de comedia alemana, dirigida por el español Nacho García Velilla, y protagonizada por Omar Chaparro y Martha Higareda. Pero ddemás, cuenta con las actuaciones de otros chistositos como Carla Adell, Mario Morán, Regina Pavón, Memo Dorantes y Karen Furlong.
La Higareda aprovechó muy bien los buenos oficios de quien era su esposo, el actor Cory Brusseau, para colarse como “productora” de este churro. Y nosotros también aprovechamos la ocasión para comentar que el 8 de diciembre de 1886, nació el pintor mexicano Diego María Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, mejor conocido como Diego Rivera, en la ciudad de Guanajuato, Guanajuato.
Estudió en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, y luego consiguió una beca para estudiar en España, en la Escuela de San Fernando de Madrid. Viajó por Francia, Bélgica Holanda y Gran Bretaña.
En Italia, y al admiró los frescos del quatrocento, y concibió la posibilidad de pintar obras monumentales. Años después, cuando era Presidente de México Álvaro Obregón, y José Vasconcelos Secretario de Educación, logró su idea junto con José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, para realizar el muralismo mexicano, entre las que se destacó su obra por su inspiración en la tradición histórica mexicana.
En 1922, pintó su primer mural, en el Anfiteatro Simón Bolívar de la escuela Preparatoria Nacional, y luego continuó con el fresco en la Secretaría de Educación Pública, los murales del Palacio de Cortés en Cuernavaca, los murales de la Escuela Nacional de Agricultura -en Chapingo- y otros en el Palacio Nacional de la Ciudad de México.

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