miércoles, 22 de enero de 2020

COLUMNA

Café Astoria
Ignacio Hernández Meneses
DON PABLO SANDOVAL CRUZ,
HASTA SIEMPRE COMPAÑERO DE LUCHA

Siendo estudiante universitario (1979), fui compañero de lucha de don Pablo Sandoval Cruz, fuimos a varias y difíciles y riesgosas batallas dentro y fuera de nuestra histórica Universidad Autónoma de Guerrero. Desde el extinto Partido Comunista Mexicano –de donde fuimos orgullosamente militantes-, emprendimos campañas electorales, entre ellas, la de su hijo Pablo Sandoval Ramírez como candidato a diputado y donde el lema era “Sí se puede triunfar”, con la foto en alto contraste de un sonriente Pablo y unos periódicos –“unomásuno”- bajo el brazo y que imprimíamos en stencil. La tarea era pegar y correr, porque atrás nos perseguían los polizontes de Mario Arturo Acosta Chap
arro. Voté por el camarada Sandoval Cruz porque fue nuestro candidato a gobernador por la Unidad Popular Guerrerense, con el maestro Romualdo Hernández Alvinez, yo le hice varias pintas con caricaturas con la hoz y el martillo, en ese entonces se luchaba para la gente y la represión era el pan de cada día y había que arrebatarle el poder al viejo régimen déspota y autoritario para hacer realidad los derechos a la educación, salud y trabajo. Luchábamos por la democracia y el socialismo. Acompañé al doctor Sandoval Cruz quien era nuestro candidato a rector, del brazo lo llevé a los salones de mi escuela, la Superior de Ciencias Sociales, para que expusiera su proyecto “Unidad y cambio democrático”, que consistía en dos ejes programáticos, Academia y Democracia. Por cierto muchos universitarios de los que anoche fueron al velorio e hicieron guardia nos cerraban las escuelas, las aulas, los centros de trabajo para hacer nuestra campaña, y es que en ese momento histórico gobernaba la UAG la Izquierda Independiente, que ni eran de izquierda mucho menos independientes porque los dineros de sus campañas salían del erario que controlaba el contador Fausto Solís Leyva y Roger Bergueret Muñoz. A nosotros nos decían “los pescados”, así con este gentilicio nos bautizaron nuestros adversarios de la ACNR que nunca se cansaron de mamar de la ubre de la Universidad-Pueblo. Diario hacíamos balance de nuestras luchas, allí estaban –cuando venía a Acapulco- el compañero Pablo Sandoval Cruz, Nicolás Román Benítez, Rafael Trejo Moreno, Silvano Torreblanca, la aguerrida Aidé Ibares Castro y Efraín Bermudez Rivera. El doctor Pablo fue de una sola pieza. Comunista de corazón, palabra y pensamiento. Congruente hasta el último suspiro. Cabe retomar al escritor Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. Hasta siempre doctor Pablo Sandoval Cruz.

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