Los comerciantes de venta de comida de La Pérgola, arrojan sus pestilentes aguas negras y grasa en la avenida “Juan N. Alvarez” esquina con la calle “Raymundo Abarca Alarcón”, sin importarles que pueden causar problemas a los transeúntes, como el accidente ocurrido a Rodrigo y su nieta hoy viernes a las 13:50 horas ambos se resbalaron por esas porquerías, en la que las autoridades del Ayuntamiento deben intervenir antes que ocurran más desgracias.
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