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Apuesta por un horizonte:
Benefactor integral
“No podemos continuar con esta inhumanidad, deshumanizรกndonos por completo. Al
mismo tiempo, el mundo estรก fallando a los trabajadores humanitarios y, por
extensiรณn, a las personas a las que sirven. Desde luego, estos hacendosos hรฉroes en
camino, dedicados a aliviar los sufrimientos ajenos, tienen que tener asegurada la
posibilidad de prestar la ayuda necesaria.”
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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Sรญ todos somos conscientes de que el futuro de la humanidad se construye con la paz y no con la guerra,
comprometรกmonos a que se callen las armas y se concierten los diรกlogos, en lugar de acrecentar las tensiones y los
conflictos. En efecto, los รบltimos datos de Naciones Unidas, nos dicen que mรกs de 300 millones de personas
necesitarรกn asistencia y protecciรณn humanitaria en 2024, primordialmente a causa de los absurdos combates, ademรกs
del cambio climรกtico y otros factores de irracionales luchas. La misma atmรณsfera violenta tiene que despertar las
conciencias de los seres humanos y debe cesar de inmediato. En cualquier caso, los conflictos jamรกs pueden ser
ignorados o solapados por historias falsas, tienen que ser asumidos, sabiendo que la actuaciรณn en equipo sobresale
sobre cualquier pugna y que la realidad es la que es, y es sobre la que hay que actuar de inmediato.
En estos momentos de crisis, es imperativo no olvidar nuestro deber de ser copartรญcipes, de compartir y de
actuar con imparcialidad respecto a esos pueblos abandonados y a esa ciudadanรญa desfavorecida. Sin embargo, lo
cierto es que estamos fracasando en todo, en parte porque a todos nos corresponde la tarea de establecer un nuevo
sistema de relaciones de convivencia asentadas en la ecuanimidad y en la autรฉntica adhesiรณn. La polรญtica, se ha
denigrado tanto que ya no es la poรฉtica del donante entregado a la causa de servicio, ha pasado a ser un gran negocio,
que suele buscar el bien de sus seguidores, no el de toda la colectividad. Dada la situaciรณn, resulta imperioso que los
gobernantes y los poderes financieros levanten la mirada de la รฉtica y amplรญen sus espacios morales. Para empezar,
procuren que haya trabajo decente para todos, educaciรณn y salud sin exclusiones.
Este actual cultivo hacia una cultura de confrontaciรณn, ademรกs nos estรก empedrando el corazรณn.
Necesitamos otros soplos de reencuentro, de mano tendida y extendida, al menos para activar el lenguaje de la
conciliaciรณn. No podemos continuar con esta inhumanidad, deshumanizรกndonos por completo. Al mismo tiempo, el
mundo estรก fallando a los trabajadores humanitarios y, por extensiรณn, a las personas a las que sirven. Desde luego,
estos hacendosos hรฉroes en camino, dedicados a aliviar los sufrimientos ajenos, tienen que tener asegurada la
posibilidad de prestar la ayuda necesaria. Por desgracia, y segรบn Naciones Unidas, a finales de julio de 2024, la
financiaciรณn ascendรญa a 12.260 millones de dรณlares, un 11% menos que el aรฑo pasado en la misma รฉpoca, cuando lo
que se requieren son 48.650 millones de dรณlares para ayudar a 186,5 millones de personas necesitadas.
Asimismo, las violaciones a las leyes internacionales universalmente aceptadas han de concluir de una vez
y para siempre. Superar este difรญcil momento, en consecuencia, es labor que debe comprometernos todos los dรญas y en
todos los ambientes. Mi apuesta por ese horizonte benefactor integral en todo el planeta conlleva, por tanto, a que la
concordia se promueva a diario y se tutele continuamente, en la รบnica gran familia que es la humanidad. No se puede
permitir que se alargue esta frustraciรณn, es el perรญodo de que quienes estรกn en el poder pongan fin a la impunidad de
hechos intolerables que suelen ejecutarse habitualmente. Por otra parte, la sociedad en su conjunto tiene que huir de
la pasividad; es evidente que solo juntos, coaligados en fraternidad y solidaridad, podremos curar las heridas y
reconstruirnos mutuamente.
Hoy por hoy, es verdad que vivimos bajo el mismo techo, pero ninguno tenemos el mismo horizonte,
aunque respiremos el mismo aire, pero esto รบnicamente tampoco nos vale para mantenernos humanitarios. Hay que
tomar conciencia de los hechos crueles y ganar voluntad de sanaciรณn. Por ello, quizรกs tengamos que conocernos mรกs
y reconocernos mejor en el camino existencial, para poder aportar esperanza y vida, lo que nos demanda como nunca
a proceder por la humanidad, porque requiere transformarse tanto en el รกmbito familiar, como econรณmico y social.
Sin duda, se revela urgente, la asistencia humanitaria en multitud de rincones. A propรณsito, pues, es de agradecer la
generosidad de esa ciudadanรญa que trabaja a destajo por favorecer la ayuda humanitaria a las poblaciones, mรกxime en
un tiempo en el que corren nuevos riesgos de sometimiento y manipulaciรณn.
corcoba@telefonica.net
18 de Agosto de 2024.-
#ExigirleClaudiacumpla.
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