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๐™€๐™ก ๐™ช๐™ฃ๐™œ๐™ž๐™™๐™ค ๐™ฅ๐™ค๐™ง ๐™š๐™ก ๐™š๐™จ๐™ฅรญ๐™ง๐™ž๐™ฉ๐™ช ๐™™๐™š๐™ก ๐™จ๐™šรฑ๐™ค๐™ง;
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EL HIJO DE DIOS VIVO, NOS RECONCILIA: Viviendo el seguimiento y anunciando el Evangelio, ahondamos en la mรญstica bรบsqueda y penetramos en su contemplativa, con los ojos del corazรณn. No hace falta mover los labios para concebir la grandeza Omnipotente, ni remover tampoco los sentimientos; pues, la certeza, nos lleva a abrirnos al amor y a reabrirnos a morar como personas que se sienten prendadas por el Padre, redimidas por el Hijo y fortalecidas por el Parรกclito. 

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Nada somos sin Cristo al lado,
necesitamos sentirlo para ser;
y al ser, florecemos a la vida;
para reencontrarnos con Dios,
y refundirnos con su Vocablo.
La firme llamada es un signo,
de que el Seรฑor estรก conmigo,
de que tampoco nos abandona,
de que nos acompaรฑa a diario,
creciรฉndonos de amor la savia.
Es el pan bajado del Altรญsimo,
lo que nos alienta y alimenta,
lo que nos sustenta y sostiene,
lo que nos imprime esperanza:
un pedazo de cielo en el alma.
๐—œ๐—œ.- ๐—–๐—ข๐—ก ๐—–๐—ฅ๐—œ๐—ฆ๐—ง๐—ข ๐—™๐—Ÿ๐—ข๐—ฅ๐—˜๐—–๐—˜๐— ๐—ข๐—ฆ ๐—˜๐—งร‰๐—ฅ๐—˜๐—ข๐—ฆ
Por el mundo estamos de paso,
hay que despojarse de mandos,
desmembrarse de perversiones,
y desnutrirse de corrupciones,
para en verso nutrirse de besos.
Jesucristo ha trazado la senda,
nos ha nombrado a su calzada;
sรณlo hay que seguirle a diario,
asistir a su invocaciรณn siempre,
y desistir de sembrar maldades.
Lo importante es regenerarse,
llenarse de su pasiรณn gloriosa,
vaciarse de todas las malicias,
para envolverse de serenidad,
y retornar al torno purificador.
๐—œ๐—œ๐—œ.- ๐—•๐—”๐—๐—ข ๐—˜๐—Ÿ ๐—ฆ๐—˜ร‘๐—ข๐—ฅ ๐—ง๐—ข๐——๐—ข ๐—˜๐—ฆ ๐—˜๐—ซ๐—œ๐—ฆ๐—ง๐—˜๐—ก๐—–๐—œ๐—”
Justos sean los vientos eternos,
que nos eximen de las ofensas,
volviรฉndonos amigos de Dios,
al paladear del verdadero pan,
y al ingerir de semejante cรกliz.
Alcancemos el huerto viviente,
obremos con la mรญstica divina,
salgamos de la usura humana,
entremos en la reconstrucciรณn,
con el propรณsito de ofrecernos.
Entregarnos al poder de Dios,
es darnos a la dicha del querer;
querer que centellea su verdad,
que irradia su rayo de bondad,
pues buscando el bien se halla.
Vรญctor CORCOBA HERRERO
 corcoba@telefonica.net
28 de junio de 2025
 #๐˜Œ๐˜น๐˜ช๐˜จ๐˜ช๐˜ณ๐˜ญ๐˜ฆ๐˜Š๐˜ญ๐˜ข๐˜ถ๐˜ฅ๐˜ช๐˜ข๐˜ค๐˜ถ๐˜ฎ๐˜ฑ๐˜ญ๐˜ข.

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