lunes, 17 de septiembre de 2012

POLICRONICA

Zozobra…Después de que el noviembre fue cambiada la sede del hospital general «Raymundo Abarca Alarcón», del centro de esta ciudad al solitario paraje de «Tierras Prietas», límites con el municipio de Eduardo Neri y Chilpancingo, comenzó la incertidumbre de más de 600 trabajadores y ahora viven en la zozobra tras el asesinato de uno de sus compañeros.
 Desde que se comenzó a incrementarse la violencia en todo el país, estado y en Chilpancingo, el hospital general «Raymundo Abarca Alarcón», que se encontraba en la avenida Guerrero, frente a la alameda «Francisco Granados Maldonado», ya sufría la agresión del crimen organizado, puesto que de ahí sacaron a unos heridos y se los llevaron para después aparecer muertos. Con este tipo de escenas violentas, la vida de los trabajadores se comenzó alterar, pero en ese tiempo, afortunadamente no hubo lastimados por estos hombres desalmados. Cuando las autoridades anunciaron del traslado del servicio y el personal a las nuevas instalaciones de «Tierras Prietas» ubicado en los límites de los municipios de Eduardo Neri y Chilpancingo, comenzaron a vivir la incertidumbre los más de 600 trabajadores, primero sobre su situación laboral, que hasta el momento no se ha aclarado por las autoridades de la Secretaría de Salud a cargo del perredista Lázaro Mazón Alonso, pues se supone que ya corresponden a otro código de ingresos y la otra es que se exponen a la inseguridad pública, porque se estaban yendo a un lugar totalmente solitario, en la que tampoco se tiene elementos policiacos comprometidos para defender no solamente a los trabajadores, sino a las propias instalaciones, porque su única arma son unas viejas macanas. El temor se incrementó entre la base trabajadora al momento de tener conocimiento de que desde el pasado 26 de agosto había desaparecido su compañero de trabajo, Rafael Alfredo Añorve Bustamante quien por más de 20 años laboró como cajero del hospital general «Raymundo Abarca Alarcón». Finalmente el sábado pasado durante el día, y después de más de 21 días de estar desaparecido, fue encontrado su cuerpo en estado de putrefacción a punto de ser devorado por la rapiña por el nuevo libramiento a Tixtla. Hasta el momento no se saben las causas por la que los hombres malos se llevaron a ese servidor público de Salud, porque a nadie le hacía daño, por el contrario cuando las personas recurrían a él para que les ayudara a rebajar la cuenta y pagar menos, intervenía sin ningún otro interés que ayudar a los necesitados. Existen infinidad de testimonios de la buena conducta del ahora desafortunado Rafael Alfredo Añorve Bustamante, quien este domingo fue despedido de su centro de trabajo y por sus compañeros para luego darle cristiana sepultura. Además desde algún tiempo, Añorve Bustamante, se había incorporado a la religión cristiana, «hermano», pues, que fomentaba los valores de familia y buenas costumbres. Han estado sucediendo muchos casos, pero que no se conocen ante la opinión pública, pues no son denunciados por temor a represalias. Hace unos días cuando se retiraba del nosocomio, un joven practicante de químico biólogo, fue «levantado», al parecer lo confundieron con un médico, por el simple hecho de que vestía una bata blanca. Al parecer estuvo desaparecido tres días y afortunadamente fue liberado con vida, por ende no presentó ninguna denuncia ante la autoridad. La delincuencia a cada rato asecha a los trabajadores del hospital general «Raymundo Abarca Alarcón», pues han visto rondar varias camionetas nuevas de lujo con hombres armados a bordo, por lo que existe zozobra y temor de ser víctimas de estos desconocidos. Con lo sucedido y lo que podría pasar, es necesario que tome conciencia de la gravedad del caso de la inseguridad para más de 600 trabajadores del hospital general, el actual titular de la Secretaría de Salud, el perredista Lázaro Mazón Alonso quien está obligado a solicitar al mandatario estatal del sol azteca, Angel Heladio Aguirre Rivero a fin de que garantice la seguridad de los empleados del «Raymundo Abarca Alarcón». Es urgente que Mazón Alonso asuma su papel de servidor público y que de alguna manera es el responsable de garantizar la seguridad de los trabajadores del sector salud no solamente de este nosocomio, sino de todos los que hay en el territorio guerrerense. Es tan complicado el panorama para los trabajadores, que ya no saben que hacer, pues conociendo a su compañero Rafael Alfredo Añorve Bustamante como actuaba con las personas que asisten al hospital, en lugar de cobrarles el ciento por ciento de las cuentas, siempre estaba a lado de los más necesitados actuando humanitariamente. Tal vez en algún tiempo manejó dinero de las cuotas de recuperación, pero desde que entró en operación el «Seguro Popular», lo único que administraba eran puros papeles para justificar de que el hospital está cumpliendo con la prestación de servicio a los derechohabientes de este beneficio por disposición presidencial. Además hasta donde se sabe, el trabajador carecía de dinero, no contaba con bienes que hubiese acumulado producto de su trabajo, pues como cualquier empleado de gobierno o de la iniciativa privada, va al día para mantener a su familia y muchas de las veces ni siquiera alcanzan a cubrir los gastos. Tampoco se conoció que haya sido secuestrado y que hayan exigido rescate, puesto que su familia presentó denuncia ante las corporaciones policiacas solicitando su apoyo para localizarlo, y finalmente fue encontrado el pasado sábado, pero muerto y ahora ya le está rindiendo tributo a la madre tierra …Sohowaguirrismo… Una forma de hacer creer a los gobernados de que un gobierno trabaja honestamente y que combate la corrupción, es inventar show mediáticos, como está sucediendo con el ex gobernador de Guerrero, el perredista Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, su delito, rompió el silencio de ex mandatario estatal. La regla no escrita, pero que se cumple normalmente, es que los ex jefes del ejecutivo ya sea nacional, estatal o municipal, tienen que guardar total silencio cuando cuestionan los que llegaron al poder de cómo dejaron la casa. El guardar discreción es tácito intercambio de complicidades, pero el político que rompe la regla, se autocondena, para luego ser acusado de deshonesto y amenazarlo de que se le fincará responsabilidades para meterlo a la cárcel. Exactamente es lo que está sucediendo ahora con el gobierno de Angel Heladio Aguirre Rivero con su antecesor, para desgracia son del mismo Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Zeferino Torreblanca Galindo. Por cuestionar el mal desempeño y contestar a los cuestionamientos a su administración, ahora Torreblanca Galindo junto con sus ex colaboradores son perseguidos «políticos», para ello, Aguirre Rivero, cuenta con su Contralor del estado, Julio César Hernández Martínez, quien se está encargando de llamarlos a cuentas ante supuestos desvíos del erario público, que hasta el momento no se ha cuantificado, pero se habla más o menos que son unos 10 mil millones de pesos que no se sabe en donde fueron a parar. Pero Hernández Martínez hace ruido solamente de más de mil millones de pesos en la que involucra directamente al ex mandatario estatal Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, por lo que amaga con llamarlo a comparecer el próximo 20 de septiembre de este año junto con otros cinco funcionarios de la administración estatal. Según se informa que el ex gobernador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, comparecerá el próximo 20 de septiembre y cinco ex funcionarios más de su administración, según lo informa el contralor del estado Julio Cesar Hernández Martínez. Su argumento de éste fiscalizador de finanzas, es que se realizó una auditoría a la dependencia de adquisiciones y servicios generales dependientes de la Secretaría de Finanzas de los años 2009, 2010 y 2011, en lo que se refiere a la construcción del centro de atención ciudadana, que se encuentra en la Costera Miguel Alemán, del puerto de Acapulco, conocido como el «el edificio inteligente». Según el persecutor de delincuentes, los resultados de la investigación se detectaron observaciones financieras y físicas por el monto de Mil 038 millones 674 mil 837 pesos. Para hacerlos comparecer supuestamente ya fueron notificados el ex secretario de finanzas Ricardo Cabrera Morín; el ex secretario de Administración José Antonio Bajos Valverde; la ex directora general de administración y servicios generales Patricia Margarita Díaz Hernández; el ex director de Personal, Enrique Félix Narciso Pasta y la ex coordinadora regional de Acapulco Sandra Luz Flores Jiménez y por último habrá de presentarse Carlos Zeferino Torreblanca Galindo. Para mantener distraída a la sociedad guerrerense de todos los desaciertos que está cometiendo el gobierno aguirrista y democrático perredista, Angel Heladio Aguirre Rivero, en un año y medio de mediocre gobierno, está llamando como delincuentes al ex jefe del ejecutivo y sus compinches que tuvo de inútiles colaboradores. No cabe duda, que una forma de justificarse ante el pueblo, es acusando a sus antecesores y de aquí a que se aclara y se demuestran las falacias aguirristas, ya se terminaron los cuatro años y ocho meses que le tocará estar en el ejercicio del poder y que de estos solamente faltan dos años y medio para que venga la sucesión. Ante la falta de solución a las múltiples demandas de los ciudadanos que las hacen a través de diversas manifestaciones en la capital del estado, es inventando mediáticamente persecuciones contra los deshonestos, porque los actuales servidores públicos son «honestos». Los guerrerenses tenemos show, porque habrán de pasar estos años y nadie estará pisando la cárcel, porque fue lo mismo que ofreció Torreblanca Galindo, cuando llegó a ocupar la silla de gobernador quien dijo que barrería la casa y limpiaría de ratas, terminó su sexenio y ninguno de esta fauna está preso. Se repetirá la misma historia, sin duda, porque son los mismos perredistas y los mismos que se roban el dinero del erario público.…Deuda…Ni modo, amigos lectores, hoy el equipo de investigaciones especiales y «crónicos» les debemos la crónica del festejo de la noche mexicana en la residencia oficial de «Casa Dinero», perdón, «Casa Guerrero» pues en esta ocasión el «goberbeodo», Angel Heladio Aguirre Rivero, no nos invitó para departir los mezcales, el pozole, las chalupas y la música, todo dentro de un lugar, en la que no tiene acceso el verdadero pueblo. A ese espacio solamente entran los invitados por el mandatario estatal vía su secretaría particular, inclusive aunque tengan una por escrito, le ponen peros para en las puertas. Sin embargo aunque no fuimos a «Roba Dinero», pero si estuvimos en la plaza cívica primer Congreso de Anáhuac, que en verdad no hay mucho que narrar. Pero si fue un insulto a la inteligencia de los capitalinos, porque en lugar de hacer una verdadera fiesta el «Grito de Independencia», por el mandatario estatal, Aguirre Rivero, se convirtió en un verdadero corral de animales, y para entrar a la plancha, se colocaron vallas metálicas e infinidad de policías estatales apoyados con arcos detectores de metales. Total que el gobernador nos confundió con sus vacas, becerros y bueyes de su rancho que tiene en Ometepec y Barajillas, en la Costa Chica y mandó a cerrar lo que ya se considera como el centro histórico, para que el señor feudal cumplieran un compromiso de jefe del ejecutivo, más que con sentido patriótico del 202 aniversario de nuestra gesta independentista que encabezara la revuelta el pelochas greñudo, Miguel Hidalgo y Costilla, allá en Dolores Hidalgo, Guanajuato el 15 de septiembre de 1810.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.