viernes, 14 de febrero de 2014

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Acamparán damnificados
sobre la Autopista del Sol 

Domingo Francisco Reyes.—Ante el olvido de los tres niveles de gobierno para que reubiquen a  dos mil familias de los municipios de Chilpancingo y Leonardo Bravo, hoy lanzaron un ultimátum para que los atiendan, de lo contrario montarán un campamento en la Autopista del Sol.

Debido a que desde hace cinco meses los tres niveles de gobierno siguen sin reconstruir sus comunidades afectadas por las lluvias provocadas por el huracán “Manuel” y la tormenta “Manuel”, dos mil familias de comunidades de los municipios de Chilpancingo y Leonardo Bravo, anunciaron que van instalar sus campamentos en la autopista del Sol Cuernavaca-Acapulco.
Carlos Morales Anota, comisariado de Bienes Comunales de la comunidad de Aziyahualco, del municipio de Chilpancingo, señaló que desde la contingencia ambiental ninguna de las autoridades han resuelto sus demandas.
Los dos puentes que comunican a esta comunidad quedaron destrozados y los habitantes tienen que caminar a pie varios kilómetros para llegar a los campamentos donde viven.
Un dictamen de la Subsecretaría de Protección Civil del Gobierno Estatal, señala que por las afectaciones que sufrió este pueblo y otros cinco más, dos más del municipio de Chilpancingo, y tres que están en la demarcación municipal de Leonardo Bravo, sus pobladores deben ser reubicados.
Sin embargo, pese al riesgo la gente decidió regresar a sus comunidades.
“Tenemos nuestras casas sin techo además desde hace cinco meses la Comisión Federal de Electricidad sigue sin restablecer el servicio de energía eléctrica”, refirió Morales Anota.
Las autoridades de las comunidades con sus autoridades le dieron un plazo de ocho días al gobernador Ángel Aguirre Rivero, al alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno y al presidente Enrique Peña Nieto para que les resuelvan sus demandas.
Y en caso contrario, bajarán de sus pueblos e instalarán sus campamentos en la autopista del Sol.
En la comisión que estuvieron aquí en la capital del estado, estuvieron un grupo de profesores quienes dijeron que debido a que los edificios de las escuelas las arrasó el agua, los niños reciben clases en la intemperie, muchos de ellos debajo de los árboles.
Son 18 planteles educativos de educación básica que quedaron bajo el agua.
David Damián García, presidente de la organización Pueblos Unidos por el Desarrollo Sustentable de la Sierra de Guerrero, calificó de “criminal” que funcionarios del DIF-Estatal tengan almacenadas toneladas de despensas que no repartieron a la gente afectada.

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