lunes, 21 de abril de 2014

COLUMNA

Resquicio
Hipólito Marbán

ANDRES DE LA ROSA, UN MAL PARA EL PODER JUDICIAL DE GUERRERO
Hoy el Poder Judicial de Guerrero inició labores formal y legalmente, después de dos semanas buscando un aumento al raquítico sueldo de administrativos y después de una semana de vacaciones, esperemos que el consejo declare inhábiles esos días de lo contrario se abrirá una lluvia de amparos contra los términos civiles, después de esa lucha laboral a favor del que menos gana, ya que tanto secretarios de acuerdos como
actuarios reciben su mesada debajo de la mesa, vía corrupción, no es un secreto que familiares directos y amantes, estén en la nómina del Poder Judicial con un jugoso sueldo y por supuesto este poder no escapa de recomendados grillos metidos a políticos, como es el caso del costachiquense ANDRES DE LA ROSA PELAEZ secretario del consejo de la judicatura, cuyo mérito y carrera judicial es ser hermano del diputado federal perredista SEBASTIAN DE LA ROSA PELAEZ, este último de ser un simple actor de mímica saltó a la grilla de la mano del extinto ARMANDO CHAVARRIA BARRERA, sin que hasta ahora se sepa quién o quienes lo privaron de la vida y porque quitarlo del camino, la Costa Chica se encuentra abandonada por el soñador guajiro de Sebastián, al que por cierto hace apenas unas semanas recibió el repudio de integrantes de la UPOEG, mismo que lo tacharon de chismoso porque es hora, que no cumple en cuanto a pronunciarse a favor o en contra de legalizar la policía comunitaria, y no es de extrañar que el Sebas mejor conocido como el “Zorri” por su aspecto indígena y un mechón que sobresale en la parte delantera de su persona, engañe a quienes dice autorepresentar, solo se ha preocupado en agenciarse los recursos de gestión a su cuenta personal, ya que de ser un humilde campesino, hoy busca ser el señorón de la Costa Chica, en fin dice el viejo adagio, que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, y una muestra de que a Sebastián de la Rosa Peláez le ha preocupado su persona y no sus “representados,” es haber metido a su hermano Andrés de los mismos apellidos al poder judicial, de ser un gris y mediocre abogado postulante, buscó a su hermano el diputado federal perredista, para que este hiciera lo propio con El Caballero Águila, premio que obtuvo de la Universidad de Puebla, Jesús Martínez Garnelo, ya que según Andrés, la postulancia no le dejaba y por ende no tenía asuntos sobresalientes que lo ayudaran a salir de la mendicidad económica en la que se encontraba, pues buscaba un lugar donde recibiera dinero seguro cada quincena, y no iba a desaprovechar la oportunidad de presionar a su hermano el diputado federal, para que lo recomendara y así fue, de la noche a la mañana Andrés de la Rosa Peláez, se convierte en secretario general del consejo de la judicatura del poder judicial, sin carrera judicial y para su suerte sin que el presidente de jueces de primera instancia Leoncio Molina Mercado, se pronunciara al respecto, haciéndose un silencio total y como buenos niños disciplinados de jueces para abajo, ya le decían el jefe Andrés, ignorando que atrás del actual secretario de la judicatura, carga una vida gris, sin que su nombre se refleje en los expedientes con casos litigiosos relevantes, de no ser por su título, que seguramente lo consiguió bajo soborno a los sinodales, sería un leguleyo más,  porque un verdadero postulante no anda de busca chambas, ni buscando recomendaciones para asegurarse un sueldo quincenal, con la ayuda de su hermano, un verdadero abogado sabe de lo noble de esta carrera, que no es para hacerse ricos, pero si es una carrera llevadera para vivir, no de lujos, pero si cómodamente, anteponiendo el interés económico por la gestión de una verdadera justicia conforme a derecho, son cualidades de un buen gestor de procuración y administración de justicia, cualidades que desconoce Andrés de la Rosa Peláez, sin embargo, desde su llegada a ese mullido sillón que ocupa la secretaría del Consejo de la Judicatura, en nada y poco ha hecho, pues su nula experiencia en el ámbito de administrar justicia, ha provocado conflictos internos entre trabajadores con la parte patronal,  que lejos de resolverlos y apagar fuegos superiores de magistrados, Andrés les echa más gasolina, su gris historial como profesionista de la postulancia y ahora como secretario del Consejo de la Judicatura, solo ha amasado a su favor enemistades por la falta de tacto con los trabajadores que de una u otra forma se ven y se sienten violentados en sus centros de trabajo, Andrés de la Rosa solo ha estorbado a la presidencia del Tribunal, e independientemente de las razones que generó entre los paristas dejar de trabajar, De la Rosa Peláez, no demostró ni una pisca de talento en cuanto a las negociaciones con los buscadores del aumento salarial, el Poder Judicial tuvo que hacerse llegar de otras personalidades expertos en negociaciones ajenas al poder, para poder negociar y dar fin al conflicto laboral entre trabajadores y parte patronal, además de que Andrés de la Rosa Peláez, está creándole conflictos a futuro al Poder Judicial, con personal que renunció en Enero de este año, mismo que legalmente tienen derecho a las prerrogativas desde el año dos mil doce, incremento que se dio dos años después, independientemente de la renuncia voluntaria de los extrabajadores en enero de este año, tienen derecho al pago de antigüedad y estímulos negados desde hace dos años, con ello el secretario del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial Andrés de la Rosa Peláez, reafirma una vez más su gris y nulo conocimiento en materia laboral, y no es de extrañarse ya que al buscar una recomendación por parte de su consanguíneo, habla de su incapacidad para mantenerse en el mundo de la postulancia, lo grave que su ignorancia jurídica y política, llevará en lo próximo a acarrearle problemas no solamente a los presidentes interinos, sino más bien a las arcas del Tribunal Superior de Justicia, a través de laudos  favor de los extrabajadores, que si bien es cierto, la baja es voluntaria, también es cierto que los beneficios retroactivos liberados, también son a favor del extrabajador, al menos que Andrés de la Rosa Peláez, bajo la complacencia de un magistrado y el visto bueno de su hermano el diputado federal perredista, quiera agenciarse el dinero destinado a los trabajadores que renunciaron voluntariamente, por aquello de que a su pariente Sebastián, ya le queda un año como diputado federal y seguramente lo pongan de patitas en la calle, y ese dinero le sirva para comprase algunas tortillas, mientras su padrino y hermano, llegue a un nuevo hueso, más bien esta columna le recomendaría al grisáceo expostulante, que por dignidad renuncie al cargo que no alcanza a llenar y siga aguantando en el mundo de la postulancia, donde el más sagaz, disciplinado y perseverante se hace un nombre a base de trabajo y honestidad, porque de lo contrario, de seguir en ese lugar, lo único que se ganará aparte de quedarse con dinero que por ley corresponde a extrabajadores, acrecentará el repudio a su ignorancia jurídica y política como secretario del Consejo de la Judicatura, porque para ocupar el cargo que le llegó vía regalo, debería de empezar por la escoba como lo hicieron en su momento algunos magistrados ya jubilados y Raúl Calvo Sánchez, que si bien es cierto era un hombre duro en cuanto a la aplicación del derecho, fue un presidente preocupado en material, equipo y fue el último presidente magistrado en hacer varios incrementos salariales a sus trabajadores, en fin la culpa no la tiene el indio, si no de quien lo hace compadre dice el adagio… veremos.

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