COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

 Vacaciones

“Nos vamos de vacaciones y regresamos hasta el lunes 18 de agosto”, me dijo ayer por la mañana un buen amigo trabajador de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Después de las ceremonias de fin de curso escolar 2013-2014, que algunos llaman “clausuras” y que se multiplicaron en contra del bolsillo familiar con el gasto infernal que hicieron los padres de familia en la compra de uniformes “de gala”, calzado, flores y regalos para los hijos y además la insultante cantidad de dinero que cobran en las escuelas particulares de donde egresan profesionistas, todo mundo: maestros, alumnos, padres de familia, conserjes y hasta etcétera tienen derecho a vacacionar, a descansar, a dejar por espacio de un mes de levantarse de madrugada y andar a las carreras para llegar a la escuela o a la oficina.

¡Ah, las vacaciones!

¿Y qué es vacacionar para algunos? Es ponerse a estudiar en los llamados cursos de verano. Quien quiera que vaya a seguir estudiando debe revisar libros, planes de estudio y calcular qué es lo que debe hacer o cómo le debe hacer para que llegado el momento de ingresar a una nueva escuela no vaya con los ojos cerrados. Para ellos no hay vacaciones.

Por fortuna hay en estos tiempos padres de familia que se preocupan porque sus querubines aprendan algún idioma o a tocar algún instrumento, a dibujar o a pintar o a hacer alguna otra actividad como la carpintería, la herrería, la plomería para que no nomás sepan de letra, como decía don Benito, sino igual conozcan como baten la mezcla los albañiles, cómo se pega tabique y se hacen las bardas y en otros casos aprender mecánica, electricidad o a manejar un tractor, volar un avión, conducir una lancha o aprender a nadar. En fin, muchas cosas en las que se pueden aprovechar las “vacaciones”, o simplemente leer para no caer en brazos de doña hueva. Algo se tiene qué hacer para aprovechar las vacaciones.

Naturalmente que para quienes vacacionar significa otra cosa, lo hacen: Visitar Disneylandia, Las Vegas, Nueva York, Miami, Las Cataratas del Niágara, conocer Machu Picchu, en Perú; disfrutar de Venecia o estar en Roma o Florencia, en fin, cualquier lugar donde se pueda descansar pero a la vez aprender algo o vivir experiencias. Lo importante es “cargar la batería”, energizarse, renovar propósitos; salir del círculo laboral o estudiantil del “todos los días lo mismo”.

Hay quienes seguramente preferirán ir de excursión a la sierra o a la montaña, a las playas o simplemente visitar templos, museos o caminar por las ciudades. Hay también quienes querrán viajar muy lejos o al pasado. La mejor embarcación que se puede seleccionar para ello es un libro.

Lo importante es aprovechar las vacaciones.  

Que las disfrutemos saliendo de lo cotidiano.