viernes, 19 de septiembre de 2014

COLUMNA

Resquicio

Hipolito Marbán

 CETEG: AMIGOS DEL ESTADO
  La reforma educativa implementada en la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto, ha sido en parte asimilada, por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del cual su dirigente vitalicia Elba Ester Gordillo, quien se convirtiera en dolor de cabeza de todo gobierno federal, hoy se encuentra en la cárcel, y todo parece indicar que, no alcanzará el perdón por parte de sus imputadores, todo ciudadano vería que el SNTE es amigo y aliado de la parte patronal, para otros simple y llanamente se le ve sumisos ante las reformas educativas que actuarán en concordancia con las estatales a partir del primero de Enero del año dos mil quince,
cuando realmente los verdaderos amigos del Estado son los de la Coordinadora Estatal de la Educación en Guerrero (CETEG), estos últimos hacen su derecho a la manifestación, destruyen vehículos, asaltan comercios, pintan paredes y todo ello de terceros, saquean y destruyen oficinas de partidos políticos, no se sabe a ciencia cierta, si los terceros afectados, no denuncian los hechos ante las instancias correspondientes y/o el Ministerio Público no cumple con su función procuradora de justicia de todo gobernado, o simplemente los agraviados, se quedan sin denunciar, lo cierto que los de la CETEG, gozan de impunidad y de alta tolerancia por parte del Estado, cuando el propio sistema alentó por décadas la entrega de plazas laborales a los mentores cada quince de Mayo, según por el aporte incondicional a la educación, cuando más bien fue, por la garantía de votos que representaba el magisterio dentro de la influencia que ejercía mediante los padres de familia, hoy un electorado más despierto, no fácilmente cree lo que un mentor simple y llanamente transmite, el adagio popular señala “ a mis amigos la flexibilidad de la ley, a mis enemigos todo el peso de la ley”, en este sistema mixto inquisitivo que aún vive nuestra entidad suriana, existen en los ceresos detenidos por haberse robado una gallina, un pan y hasta por haber asaltado a una farmacia, siguen recluidos en celdas insalubres, por no poder pagar la fianza, y todo porque la necesidad les hizo robar, cuando los de la CETEG aparte de hacer estragos en el patrimonio de terceros, cobran puntualmente sus respectivas quincenas, y es a tal grado su impunidad y alta tolerancia que el Estado, se pone de rodillas, para negociar las órdenes judiciales de detención, Angel Heladio Aguirre Rivero cumplió en conseguirles ser recibidos en las oficinas de gobernación federal, lugar donde presentaran su pliego petitorio a la entrega de plazas automáticas a todos los normalistas participantes, la CETEG está demostrando que es,  más la fuerza de su grupo unido que las leyes de educación en su conjunto, de acceder a tales peticiones e entrega de plazas, los concursos son y serán una forma de deshacerse de aspirantes que no sean parte contraria del sistema en turno, posiblemente la venta de dichas plazas siga existiendo, solo que a otro nivel, la ley secundaría de educación existirá, pero mientras no tenga la fuerza del estado jurídico positivo, un grupillo de mentores activistas de la CETEG, seguirán viviendo en la impunidad y alta tolerancia, ya solo falta que el gobierno permita, a los egresados de las diferentes licenciaturas crear la Coordinadora de Egresados de Diferentes Licenciaturas de las ramas Derecho, Medicina, Enfermería, Ingeniería, Químicos, (CEDL), y pedir al Estado se le incluya automáticamente en un trabajo de acuerdo a su “perfil” en el Poder Judicial, Procuraduría de Justicia, Secretaría de Salud, etcétera y en caso de no tener respuesta afirmativa, seguir lastimando al sufrido pueblo en sus bienes muebles e inmuebles, cuando el Estado tiene la obligación constitucional de salvaguardar los bienes de sus gobernados, garantizar el libre tránsito y de procurarles justicia así como velar la reparación del daño a los agraviados, garantías que solo están en letra muerta, mientras tanto la CETEG, vive de privilegios y con el mismo dinero del erario, el ciudadano común tendrá que seguirse comiendo su frustración, hasta que exista un gobernante comprometido a hacer valer el estado de derecho, y dar a cada quien su cada cual de manera legal.

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