COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

El muy grave asunto de los bloqueos en diversas calles y avenidas de la ciudad de Chilpancingo al mismo tiempo, como ocurrió este lunes 8 de septiembre en la capital del estado de Guerrero, ha llegado a su punto máximo y es necesario que las autoridades municipales que encabeza don Mario Moreno Arcos pongan el dedo sobre la llaga a fin de encontrar posibles soluciones.

Estudiantes, maestros, colonos, campesinos, amas de casa, padres de familia, alumnos y maestros de tal o cual escuela o de la universidad, trabajadores de diversas  oficinas, choferes, sindicalistas y todo lo que se guste agregar en un listado infinito, de pronto colocan butacas, cubetas o mantas  en alguna arteria citadina y el excesivo tráfico se complica, hay congestionamientos y mentadas.

¿Por qué la gente tiene que llegar a tomar esas medidas que afectan muy severamente a la ciudadanía de la que forman parte y a la que empantanan de manera criminal porque nadie puede cumplir con su trabajo debido a que se complica llegar de un lugar a otro en esta laberíntica población que se llama Chilpancingo y que está gobernada por don Mario Moreno Arcos?

La gente, en sus colonias o agrupaciones, en sus escuelas o en sus organizaciones tiene (creemos que a veces en contra de su voluntad) que bloquear las calles y paralizar la ciudad porque en tal o cual dependencia del gobierno no se les paga lo que se les debe o no se les da el dinero que tal o cual político les ofreció, o están inconformes contra tal o cual funcionario déspota y piden justicia.

Nos –ese es el término exacto y correcto- afectamos unos a otros al ejercitar esas prácticas. Bloquear una calle o varias al mismo tiempo, es una forma de presionar a quienes no nos resuelven los asuntos pendientes. La gente se molesta y mienta madres en contra los que hacen el bloqueo pero también van los recuerdos maternales a quienes no solucionan sus problemas. 

Un caos de esa naturaleza es para llamar la atención, para presionar a que se den soluciones, pero, ¿las hay? ¿Hay respuestas? A veces. Y tan es así que no se les da respuesta a todos. El que debería dar la cara a los protestantes se esconde: ¡Que pase la comisión! ¡Que pase la comisión! Y la tal comisión a veces tergiversa, dobla las manitas y no hay solución. El problema sigue.

Don Mario Moreno Arcos no es émulo de “Aladino y su Lámpara Maravillosa” para que su genio, en este caso Urióstegui… (¡URIOSTEGUI, TENIA QUE SER CHUCHO URIÓSTEGUI!  -que en Totonaca quiere decir “el que se deja ver, pero poquito, casi nunca y siempre está de mal humor”-) venga a resolver los problemas de la capital (cuando se quede de alcalde sustituto) porque no todas las broncas que mueven a los bloqueadores son asuntos municipales sino de Ángel Aguirre, el gober…

Se bloquean las calles y se paraliza la ciudad y todos sufrimos de lo que todos provocamos porque allá, en la raíz de todos estos problemas hay un algo que tiene diversos calificativos de parte de los que gobiernan: Corrupción, Poca Madre, Indiferencia, Desidia, Me Vale Madre, El Pueblo Me Da Risa, Primero Yo, Después Yo y Siempre Yo, Estoy en Reunión con el Señor Gobernador, No Nos Ha Llegado el Presupuesto, Estoy Crudo, Diga Que Estoy en Una Reunión Muy Importante, Que Después yo le Llamo, Que deje su Número Telefónico, Que estoy Ocupado, pero…. 

Esos HDP ¡Ya andan buscando el Voto!, y si usted, él , ella, ellos, nosotros y ellos no queremos más bloqueos, no queremos a nuestra ciudad paralizada, queremos vivir ya como gente que sabe dialogar y plantear sus problemas, dejemos de apoyar a tanto burro, estúpido, mediocre , endiosado, mierda y cabrón bueno para nada que son, en todo caso, los verdaderos autores del desmadre que vivimos todos los días con estos bloqueos que no tienen razón de ser, si dejamos de votar por esas lacras.