viernes, 28 de noviembre de 2014

ARTICULO

El fracaso de la
Izquierda Mexicana

César González Guerrero



Con afectuoso saludo a mi amigo Jaime Nava.

Posiblemente, se desconoce el sentido que, en la actividad Política, se le da al término izquierda pero, se sabe que tiene su origen en Francia, debido a que, en la Asamblea Nacional Constituyente, también llamada Convención, los Diputados Jacobinos, representantes del ala radical de la Revolución Francesa, (finales del siglo XVIII, entre 1789 a 1799),  se ubicaban en la parte izquierda y los Girondinos a la Derecha, mientras que, en el centro, estaban los indecisos o no partidistas llamados La marisma o El llano. Pero, por su importancia, será motivo de una próxima colaboración. El caso es que, desde ese momento, centro, izquierda y derecha, se establecen y adquieren un  significado político que, hasta la fecha, existen.

Para hablar de la izquierda en México, forzosamente, se debe partir del inicio de la Revolución Mexicana, el 20 de noviembre de 1910 y consumada el 5 de febrero de 1917, con la promulgación de la Constitución de la República, en la ciudad de Querétaro, la primera Revolución Social del siglo XX, (mucho antes que la Revolución Rusa, pero también en 1917), con una auténtica participación del pueblo, sin influencia extranjera, pero si con un profundo sentimiento nacionalista, apegada a una arraigada ideología transformadora, contraria a la estructura de un gobierno dictador presidido por el general Porfirio Díaz, promotor del capitalismo en México.
Y, precisamente, a los dos años, en 1919, de manera muy sospechosa, surge en México, un Partido opositor llamado Partido Nacional Socialista (PNS), totalmente contrario a los ideales de la Revolución, corriente política de la izquierda mexicana, de donde surge el Partido Comunista Mexicano (PCM), con una absoluta dependencia de la recién creada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en noviembre de 1917, incluyendo un subsidio económico y material, mismo que logra consolidarse años después, en el marco del inicio de la Guerra Fría (1946), con una gran influencia del pensamiento ideológico del Marxismo leninismo. Para su desfortuna llega a su fin en el año 1981 con la destrucción del Muro de Berlín, gracias primero a Alejandro Solyenitzin y después, a la Perestroika y el Glasnost de Mijaíl Gorbachov y Boris Yeltsin.
Desde luego, el Partido Comunista no fue, como tampoco ha sido, el único considerado de izquierda, también existieron y, a la fecha algunos siguen vigentes, como el Partido Popular Socialista (PPS), el Partido Obrero Campesino Mexicano (POCM), el Partido Socialista de las Izquierdas (PSI), Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido Obrero Socialista (POS) antes llamado Movimiento al Socialismo (MAS), el Movimiento de Acción y Unidad Socialista (MAUS), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), antes Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), que al final se transforma en el Partido Cardenista, el Partido de la Revolución Socialista (PRS), el Partido de los Pobres (PDLP), el Frente Democrático Nacional (FDN), el Partido Social Demócrata (PSD), el Partido del Trabajo (PT), el Partido Movimiento Ciudadano (MC), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), hasta llegar al reciente Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), entre otros no menos importantes, pero ese tema, por su profundidad e importancia,  también será motivo de otra colaboración.
Es así como, durante el periodo de 1919-1988, casi 70 años, en México surgen personajes, promotores e impulsores de la teoría de Carlos Marx y Federico Engels, como Hernán Laborde, Demetrio Vallejo Martínez, Ursulo Galván Reyes, Valentín Campa Salazar, Miguel Aroche Parra, Jorge Cruickshank García, Vicente Lombardo Toledano, Dionisio Encinas, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Rubén Jaramillo Méndez, José Revueltas, Heberto Castillo Martínez, Pablo Gómez, Arnoldo Marines Verdugo, Miguel Ángel Velasco, Gilberto Rincón Gallardo, Roberto Jaramillo Flores, Othón Salazar Ramírez, Ramón Danzos Palomino, entre otros que, desde luego, no alcanzaron a instaurar el socialismo, mucho menos el comunismo, en nuestro país. Al contrario, ahora, sus herederos, que no dejan de ser “personajes importantes”, son contrarios al Marxismo Leninismo y, tal vez, ahora sus acérrimos adversarios ideológicos. Y es que la “Revolución Democrática” no existe. Es más, nunca ha existido, es sencillamente un invento. La Revolución no tiene apodos, la Revolución es solamente una. Y esa es la confusión de los “izquierdistas”. En nuestro caso, la Revolución, no es socialista, ni es democrática, simplemente es una Revolución Mexicana y ya, etcétera.
A la par, se crean corrientes sectarias de la ideología marxista, denominadas como estalinistas, trotskistas, leninistas, maoístas, castristas, guevaristas, etc., que, a su vez, son causa de diversas expulsiones y conflictos internos que, a la fecha continúan, aunque ahora, con otra terminología seudorevolucionaria y de izquierda.
Con el aval de dirigentes comunistas en México, se apoyaron luchas del magisterio en 1956, de los médicos en 1964, los ferrocarrileros en 1959, de los estudiantes en 1968, entre otras movilizaciones importantes, pero también algunos movimientos guerrilleros, seguidores del marxismo, desde luego, motivados por el foco guerrillero cubano, encabezado por Fidel Castro y Ernesto Che Guevara en 1959, precisamente durante el periodo 1970-1975.
Es más, el periodo del Presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), fue considerado por varios analistas e historiadores, como un gobierno de izquierda, tan es así que, después de su gestión Presidencial, impulso el surgimiento del Movimiento de Liberación Nacional en México (MLN) entre 1961 y 1967.
Años más tarde, es fundado el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), el 5 de noviembre de 198,  integrado por miembros de los entonces Partido del Pueblo Mexicano (PPM), Partido Revolucionario Socialista (PRS), Movimiento de Acción Unificada Socialista (MAUS), Movimiento de Acción Popular (MAP) y el PCM. Después, en el periodo 1981-1986, el PSUM y el PMT, se fusionaron y con ello surge el Partido Mexicano Socialista (PMS). 
El 5 de mayo de 1989, y con la participación de una serie de organizaciones políticas de “izquierda” como el PMS, PMT, PSUM, PPR, MRP, UIC, y ex priistas, se funda el Parido de la Revolución Democrática (PRD), y con ello muere el término socialismo y comunismo, terminando con la idolología del Marxismo Leninismo, la doctrina más importante del siglo XX. A los 25 de su fundación, el PRD se encuentra en una de sus crisis más profundas, de las cuales no se ve ninguna alternativa, mas que su fin.
La fragmentación de la izquierda, actualmente, y como siempre ha sucedido, es resultado de la ambición desmedida de llegar al poder por el poder mismo que, sin ideología, en sus más de 94 años de existencia, no ha obtenido el respaldo de los mexicanos. Al paso que vamos, es posible que el PRD, la organización auto considerada como la vanguardia de la “izquierda”, también fracase. Sus contradicciones internas nos indican un pronto fin. Al menos los liderazgos históricos de Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Ifigenia Martínez Navarrete, Andrés Manuel López Obrador, entre otros ex priistas, así lo han determinado y están cavando la tumba de la izquierda en México.  Lástima, porque con ello, va a ser muy difícil llenar ese hueco opositor.  Ya veremos.

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