viernes, 7 de noviembre de 2014

ARTICULO

La ciencia política
 y los políticos


César González Guerrero
Los últimos acontecimientos, lamentables por cierto, suscitados en nuestra entidad federativa, y que han impactado a nivel internacional, ahora, son motivo de análisis político, de crítica, pero también de una profunda reflexión, acerca del comportamiento de algunas personas que tergiversan el sentido estricto de la Política, como Ciencia y, finalmente, hacen que una mayoría ciudadana, aparentemente  apática, adquiera una idea negativa de quienes participan en actividades políticas, a tal grado que, son muy pocos los que creen en la Política y en los Políticos, y mucho menos en los Partidos Políticos. 

Solo para ilustrar un poco el comentario, en México, de una población total de más de 118 millones de habitantes, se tiene un padrón aproximado de 80 millones de electores, y sin considerar como certeras las estadísticas oficiales, el abstencionismo, por lo regular, siempre rebasa al número de electores inscritos. Y lo que es más grave, del total de votantes, aproximadamente el 75% de los jóvenes, personas que oscilan entre los 20 y los 30 años de edad, se abstiene o bien  promueve el voto nulo.
Sin embargo, se debe reconocer que, los datos estadísticos no son el parámetro que, en la actualidad, las elecciones legitimen el gobierno, ya que en la práctica, la realidad social es otra. Se requiere de nuevas estrategias de participación electoral, más de los jóvenes, que cada día, realizan manifestaciones de protesta y en contra del sistema político. La problemática social motiva a la juventud a luchar contra las autoridades, contrarios a apoyar políticas públicas que la globalización exige.
Es aquí, en donde los estudiosos de la Ciencia Política, deben demostrar que, al menos en México, existen alternativas viables para la gobernabilidad, y ese es el reto para aquellos que presumen del conocimiento teórico de lo que es la Política. Porque eso sí todos, hasta quienes se consideran apolíticos, y no quieren saber nada de política, más en tiempos electorales, son los primeros interesados en los temas y en las actividades políticas. Precisamente, en algunos pueblos, hay una frase muy popular que dice: “tanto que odio a los políticos y voy que vuelo para allá”.
Finalmente, si la Ciencia Política  como una ciencia social que estudia los sistemas de gobierno, las prácticas y comportamientos de los actores políticos, desde la antigüedad hasta nuestra época, sirve de algo, es el momento para que se demuestre que si es una doctrina viable para la interacción humana. No importa la terminología, ya sea teoría política, doctrina política, politología, o ciencia política, o como se le quiera utilizar, es tiempo de terminar con el odio y la confrontación social. Es hora de hallar las mejores soluciones de convivencia social, por el bien de todos, pero más por el bien de los niños y jóvenes ansiosos de un México Mejor.
En México y en Guerrero, los ciudadanos merecen vivir en paz, en una sociedad armoniosa, con desarrollo y equidad, con justicia y con seguridad. Con pleno respeto a las libertades pero también a las leyes. Eso es el sentido del Estado de Derecho. Los políticos, los que viven de la política, aquellos que no hacen la política propiamente dicha, deben entender que los tiempos han cambiado y que la exigencia actual es la de tener gobiernos eficaces, honestos y con responsabilidades. El discurso fácil se ha terminado, ahora se viven  momentos de realidades y de verdades. La honestidad es el mejor valor de los políticos. Se terminaron los dobles discursos y los apapachos llenos de falsedad. Son tiempos de trabajo efectivo y no de falsas promesas. Ya veremos. 

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