COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista 

LO QUE PASA ES QUE LA BANDA ESTA BORRACHA

¿Quién de estos pilluelos tendrá la inteligencia, la audacia, la intrepidez, la osadía, el valor, la serenidad, la capacidad y la sabiduría para intentar resolver los actuales muy graves conflictos en que el estado de Guerrero se hunde y que en gran parte ellos, por omisión, por indolencia, por incapaces o por poca madre han tenido que ver para que los guerrerenses estemos como estamos?

No es suficiente con la corbatita y el trajecito y las lociones caras y el calzado “de marca” y mucho menos con las caras y sonrisas hipócritas que cuando necesitan el voto para seguir mamando de la ubre presupuestal son capaces hasta de saludarnos a nosotros los jodidos.

Hace falta algo más, mucho más importante para servir desde la política a un estado, a un municipio, a un pueblo que grita desde el fondo de la desesperación: ¡Ya basta... urge un cambio!

La tropa loca no entendió a José Francisco cuando dijo en la sede de su partido político: “O cambiamos o nos cambian”.

Desgraciadamente también del otro lado del puente saben mascar chicle, tocar trompeta y enredar todo cuanto más se pueda lo que es sencillo de resolver cuando se quiere y se tiene conciencia de qué es servir a la colectividad.

Ellos dan beneficios a la ciudadanía con mezquindad y cada que san Juan baja el dedo como si dieran de su dinero y ellos obstaculizan, acaparan, esconden y enturbian todo para que haya aumento de precios en todo.... ¿Y el salario? 

“No tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre”... “Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”... Repartir dádivas, migajas y miseria entre los jodidos en su ejercicio profesional para que voten por ellos... Y los que quieren el poder político de los otros partidos, podridos por corruptos, están igual o peor .

Del gran manojo no sale ni la mitad de uno que pudiera convertirse en gobernador. Pero a nadie le extraña que todos “jueguen” al “quiero ser”, porque si no llegan a la grande se quedan en senadurías o diputaciones.

Lo más importante es “no vivir en el error”. 

Y mientras tanto, la prensa agachona, vendida, farsante y voraz no quita el dedo del renglón: Servir a los mercenarios de la “política” para que les pasen “de la lima un gajo”... 

¡Guerrero, nomás te quedó el nombre!