martes, 6 de enero de 2015

POLICRONICA

  Ejercicrematorios….La hipótesis que se fortalece paulatinamente a casi 100 días de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, apunta de que tuvieron mucho que ver militares, hasta se especula que fueron utilizados los “Ejercicrematorios” de tecnología avanzada.


La noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, se registró la inolvidable barbarie, inicialmente acusaron a policías municipales de Iguala de la Independencia y Cocula, como los responsables de la detención y desaparición forzada de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, cuando realizaban boteo y toma de autobuses para trasladarse a la Ciudad de México y también fueron señalados miembros del cártel “Guerreros Unidos” de haber asesinado seis personas y herido a más de una veintena de civiles. Hasta la fecha oficialmente hay 90 detenidos entre policías y miembros del crimen organizado. Según la orden la habría dado el entonces presidente municipal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), José Luis Abarca Velázquez y su esposa, María de los Angeles Pineda Villa, el primero está preso, en tanto ella finalmente fue recluida ayer lunes tras cumplir 60 días de arraigo a un Centro de Reinserción Federal femenil de Tepic, Nayarit por decisión de un juez federal que la encontró culpable de delincuencia organizada y lavado de dinero. Al estarse cumpliendo casi 100 días de los hechos sangrientos en Iguala de la Independencia, no hay avances por encontrar con vida a los 43 normalistas de Ayotzinapa. Ante infinidad de historias y versiones de lo sucedido, hay una que paulatinamente se robustece de que en esta detención y desaparición forzada de los muchachos, están involucrados directamente elementos del 27 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano con sede en esa ciudad tamarindera. No está descabellada la hipótesis, primero habría que escribir que los delincuentes ahora llamados pomposamente “organizados”, actúan burdamente, pues no tienen capacidad táctica para detener y desaparecer en cuestión de minutos a casi medio centenar de personas. En el mejor de los escenarios, los del crimen organizado se llevan unos cuantos, los matan, algunos los tiran en algún lugar con un “narcomensaje” o lo peor es que los entierren en alguna fosa clandestina y muchas de las veces tienen la complicidad de los policías, quienes hacen el trabajo sucio, detienen a las víctimas y se las entregan, con el argumento de haber cometido alguna falta administrativa. Sin embargo quienes tienen capacidad de detener y desaparecer a decenas y hasta centenares de personas, son los elementos del Ejército Mexicano, y casualmente los que ahora los señalan, son precisamente del 27 Batallón de Infantería, y de acuerdo a su historia fue creado en los años 60’s y 70’s como grupo contrainsurgencia en la llamada “guerra sucia” en Guerrero. En esa misma ciudad estuvo detenido el entonces comandante guerrillero Genaro Vázquez Rojas, pero se les escapó de la cárcel, entonces se intensificó más la actividad represiva de los militares en contra de las personas que se rebelaban contra  los abusos del mal gobierno. Los militares están preparados para llevar a cabo este tipo de acciones para desaparecer a personas, ¿se acuerdan que en Guerrero hay más de 600 que hasta la fecha no han sido localizados?, los responsables fueron los militares que pertenecían al 27 Batallón de Infantería con residencia en Iguala de la Independencia. Para no incurrir en una especulación, damos a conocer de la exigencia de  una nueva hipótesis científica en que trabajan los investigadores mexicanos Jorge Antonio Montemayor Aldrete, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Pablo Ugalde Vélez, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), plantel Atzcapotzalco, se centra en los crematorios del Ejército y en privados, donde "probablemente" habrían sido llevados los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa. Esta información fue publicada en el periódico  “La Jornada” que se edita en el Distrito Federal, y ambos investigadores desmontaron el pasado 10 de diciembre la versión de la Procuraduría General de la República (PGR) que afirmaba que los 43 normalistas fueron incinerados en un basurero del municipio de Cocula, Guerrero. Ahora, con nuevas evidencias, la línea indagatoria se dirige al Ejército, por su presunta implicación en la desaparición forzada de los normalistas: "La hipótesis es bastante probable porque los estudiantes pueden haber sido incinerados en crematorios modernos del Ejército o de empresas privadas, con instalaciones suficientemente grandes y con morgue (depósito de cadáveres)". Los investigadores han empezado a buscar información sobre la actividad de los crematorios militares, no sólo por medio de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sino por dos vías más: la fiscal y la empresarial. "El que nada debe, nada teme. Si el Ejército se comporta dentro del marco constitucional, ¿cuál es el problema para que nos permita revisar la bitácora de uso de sus crematorios y los recibos correspondientes de consumo de gas del año reciente para observar de forma transparente si hubo un incremento en el gasto". En caso de que el Ejército se niegue a proporcionar la información, lo cual es previsible debido a la falta de transparencia que caracteriza a esa institución castrense, se buscará otra forma. Los investigadores, sostienen "Aunque el Ejército no proporcione los datos, se le pide a las compañías que entregan gas regularmente a los campos militares para ver si registró un aumento fuerte entre el 26 y 28 de septiembre o fechas cercanas. Por el lado fiscal, la empresa que vende gas tiene obligación de decir a quién, cuándo y qué cantidad vendió y obligación por cinco años de retener esa información para Hacienda." De acuerdo con un estudio del departamento de sustentabilidad, medio ambiente, agua, población y comunidades del gobierno de Australia, el consumo para realizar una cremación humana es de 53.285 kilogramos de fluído. "Eso significaría que ningún otro cadáver se cremaría allí. Además, implicaría un control que sólo podría ejercer el Estado sobre la crematoría privada, algo muy poco probable. Es más factible el horno del Ejército". Si se hace un recuento de los crímenes de Estado del Ejército, una institución, dice, cuestionada seriamente por conducirse por encima de la ley debido al fuero militar que protege a sus elementos, pese a sus delitos. Señala las últimas noticias que hablan de su implicación directa en el crimen de Ayotzinapa. Los investigadores indican "Si se llegara a comprobar nuestra hipótesis tendría que aplicarse la Constitución; los culpables tendrían que ser juzgados y aplicada la ley. Es un horrendo crimen y la situación es tan delicada que si dejáramos pasar esto podríamos caer muy fácilmente en un Estado neofascista. Todas las fuerzas sanas del Ejército, la Marina y la sociedad tenemos que exigir que esos miembros de las fuerzas armadas que hayan confabulado, junto con gente del gobierno federal para cometer este crimen de Estado, se les haga a un lado y se les enjuicie. Yo voy a llegar hasta las últimas consecuencias. A mí me podrán matar, pero no me asustan”. Por esta hipótesis que han estado manejando los investigadores desde hace días los andan siguiendo, incluso han recibido amenazas telefónicas: “Asumo que me están diciendo: ‘Estamos escuchando tus llamadas’. No entiendo nada. La Procuraduría General de la República (PGR) tendría que brincar de gusto porque un científico está ayudando a resolver el crimen de Ayotzinapa. ¿Quién me está vigilando y amenazando? ¿El Ejército?, ¿el Cisen? Los documentos los entregamos con firmas para que aun en caso de que me quieran hacer resbalar con una cáscara de plomo, de cualquier forma el asunto siga adelante. El pueblo tiene derecho a que impere el orden constitucional, tiene derecho a que se conozca la verdad”. Ante la falta de claridad para darle certeza a la investigación para localizar a los 43 jóvenes, desde hace unas semanas está asesorando a los padres de los normalistas desaparecidos en una labor de peritaje, para que sus estudios tengan peso jurídico dentro del procedimiento que los familiares de las víctimas siguen en la PGR. El investigador titular del Instituto de Física de la UNAM se muestra comprometido en el esclarecimiento del destino de esos 42 normalistas: "Este crimen no debe caer en el olvido, no podemos darle vuelta a la hoja. Las armas del Ejército son para defender a la nación y al pueblo". Pero lamentablemente en Guerrero, no ha sucedido así, sino que ha participado para desaparecer a más de 600 personas, y ahora no se descarta que sea la excepción que tuvo una importante participación en la detención y desaparición forzada de los normalistas…Demagogia…El pasado domingo fue interrumpida la programación para que el mandatario priísta, en cadena nacional mandara un mensaje con motivo de inicio de año 2015, pero todo su discurso fue pura demagogia, y hasta la creció su nariz de Pinocho a Enrique Pela Nieto, afirmando de que sus reformas estructurales habrán de tener frutos a favor de los más de 110 millones de mexicanos. La verdad, nosotros no le creímos ni una palabra, porque todo es falsedad. Si dudan, veamos que sucedió en los primeros minutos del uno de enero del 2015. Pues subió la gasolina; estos son los nuevos precios: el litro de la gasolina magna costará 13.57 pesos, lo que representa un ajuste de 1.9 por ciento respecto del precio aplicado en diciembre de 2014, precio que se mantendrá el resto del año y  el diesel: 14.20. Nosotros no creemos ese ofrecimiento, porque la versión es que estos precios serán a consideración de la situación económica del país y lo mismo están los precios del uso de la luz eléctrica, además en esos siete puntos anunciados, definitivamente varios ya eran conocidos, como el que las llamadas de largas distancias, serán como locales. En tanto el servicio de internet sigue siendo pésimo, porque no hay competencia real en este rubro.

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