martes, 18 de agosto de 2015

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

Martín Ocampo Uribe
-Maestro de la Escuela de Guitarra “Antonio Bribiesca”-
“Soy originario de Buena Vista de Cuéllar, que es el municipio más al norte del estado de Guerrero. Con mucho orgullo he estado trabajando desde 1976 en Chilpancingo con la Universidad Autónoma de Guerrero, haciendo una labor docente en el área de música.
Mi formación artística comenzó desde 1971 en la ciudad de México, estudiando en el Centro de Iniciación Artística del Instituto Nacional de Bellas Artes. Cuando estuve estudiando en la Escuela de Bellas Artes todavía no se llamaba así, todavía no era la Escuela Nacional de Bellas Artes, era un Centro de Iniciación Artística del INBA.

Gracias a esa pequeña formación que tuve, más el apoyo de muchos amigos y mucha gente conocida, rodeado de todo ese ambiente cultural, obviamente uno se motiva también en la cuestión artística ya que incluso, desde la Secundaria, el que era mi maestro de música era al mismo tiempo uno de los maestros más reconocidos a nivel nacional en el Conservatorio Nacional de Música, y con él tomé clases particulares. Es el maestro Adolfo Sánchez, que ya falleció.
Me vine a Chilpancingo debido a una invitación de la universidad para hacer labor, porque el Departamento de Difusión Cultural que es donde entré a laborar, era un departamento incipiente en aquél entonces. De hecho toda el área de Extensión Universitaria y Extensión de la Cultura estaba en sus inicios.
El Departamento, cuando entré, lo conformábamos cuatro personas. Pero la intención era empezar a desarrollar un proyecto cultural para la universidad, y precisamente lo que se ha buscado todos estos años es crecer en cuanto a la alternativa cultural que pudiera ofrecer nuestra universidad.
Llegué a la universidad en 1976. En 1978 tuve la gran suerte de que se contratara al maestro Cleofas Villegas Flores, originario de Chihuahua. Estuvo colaborando con la universidad cerca de nueve años. Con él completé la formación musical, aunque tú sabes, Héctor, que en esto de la música nunca termina uno de aprender. Todos los días aprende uno algo, pero con el maestro Cleofas Villegas, la verdad, logré consolidar un poco lo que es la guitarra instrumental, con la técnica del instrumento.
En la labor docente, con el contacto de los guerrerenses en aquel entonces, a finales de los años setenta, no había esta, digamos, tradición a la guitarra instrumental. La guitarra es instrumento que en cualquier casa, en cualquier hogar mexicano, en cualquier hogar guerrerense la encuentras. Hay un amor por la guitarra. Es un instrumento que nos lo hemos apropiado desde la época de la Colonia.
La gente no cuenta de repente con un piano o con un violín, pero sí con una guitarra. No hay casa que le falte ese instrumento. Sólo que la guitarra popular o la guitarra de acompañamiento es una dimensión muy diferente a lo que es la guitarra instrumental, porque la guitarra instrumental la manejas como una orquesta.
Entonces, con la labor docente que manejaba el maestro Cleofas, que nos atendía como a ocho o diez gentes. Y nosotros, a su vez, éramos monitores de él. Atendíamos, a su vez, a gente que apenas iniciaba en la cuestión de la guitarra. En 1994 contábamos con una Asociación de Guitarristas del Estado de Guerrero con más de cuarenta elementos, y la mayoría de ellos, el noventa por ciento, guitarristas profesionales bastante serios.
Te quisiera mencionar a Fernando Méndez, a Chucho Lozano, a Jaime Colín, de Acapulco, al maestro Pineda también de Acapulco al igual que Eduardo Moyo, en fin, una gran cantidad de guitarristas de excelente calidad, incluso algunos de ellos, como el compañero Noé García, de Taxco, ya obtuvo premios nacionales en Michoacán, en Monterrey, en México.
En ese sentido me da bastante orgullo y satisfacción que una cosa que no se había considerado en el estado, hoy cuenta con bastantes alumnos, lamentablemente la cuestión financiera tanto del estado como de la universidad no nos ha permitido un desarrollo a gran escala.
Alguna vez lo decía el maestro Cleofas Villegas en una entrevista, y estoy de acuerdo con él, lo que necesitamos es sensibilizar a los que dirigen nuestro estado. Que nuestras autoridades sean del tipo que sean, tanto estatales como municipales, universitarias, los políticos de nuestro estado logremos, los que nos dedicamos a la creación de la cuestión artística, lograr sensibilizar a los funcionarios, y hacerlos entender que el arte y la cultura son las expresiones que precisamente ponen de relieve el nivel de civilización y de progreso que puede tener una sociedad.
En este sentido, creo que ha habido periodos, ha habido gobernadores con los cuales se ha logrado sensibilizar un poco. Si recuerdas, Héctor, cuando estaba el licenciado Alejandro Cervantes Delgado se creó el Instituto Guerrerense de la Cultura, y junto con la creación de ese instituto se crearon en ese periodo una producción de disco y cassetes, libros y una serie de actividades muy interesantes que, precisamente, trató de rescatar un poco la labor musical de los compositores guerrerenses.
Se fue don Alejandro, entró otro gobernador y nos fue muy difícil lograr sensibilizarlo y obtener apoyos para diferentes actividades. Creo que toda la vida nos vamos a pasar tocando puertas, pero creo que lo que muere al último es la esperanza y creo que la gente nunca se va a cansar de tocar puertas. Lo que necesitamos es que no solamente se nos escuche, sino que atiendan las manifestaciones culturales que es lo que refleja a un pueblo.
La música es una de las expresiones humanas más importantes y debemos cultivarla, no importa la profesión a que nos dediquemos cada uno. La música siempre va a estar con nosotros, siempre nos va a acompañar en el tipo de trabajo que hagamos. A la gente de campo, siempre estará con ella, la gente de la ciudad, siempre estará con ella.
Creo que lo más sano que podemos hacer es no alejarnos nunca de la música, y sobre todo, quitarse el miedo a conocer otras expresiones musicales, las que no sean de nuestro agrado. Mucha gente a veces no discierne qué música me gusta o qué música no me gusta. Creo que deberíamos abrirnos un poquito más y tratar de escuchar todo tipo de música. Invito a la gente a que trate de ingresar a las actividades artísticas que haya en su comunidad y a lo jóvenes que aprovechen la música para decir lo que sienten”. 
El Maestro don Martín Ocampo Uribe nació el 20 de noviembre de de 1957. Son sus padres la señora Teresa Uribe Ocampo y el señor Eduardo Ocampo de la Paz. (Entrevista hecha del 15 de noviembre de 1994).   

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